Los objetivos de esta intervención son mejorar la calidad del espacio público, dar más protagonismo a los peatones y potenciar el comercio de proximidad que hay en la zona. Para favorecer los desplazamientos a pie, se generarán plataformas únicas elevadas en los cruces con las calles de Lafont y Cabanes. Las aceras actuales se ensancharán hasta los 3,20 y 2,90 metros. El carril central será de 3,5 metros de anchura, y se mantendrá una de las dos franjas de aparcamientos actuales en uno de los dos lados de la calle, que irá variando de lado en cada tramo entre cruces. En total, se renovará un ámbito de 6.000 metros cuadrados.
Se colocarán nuevos árboles en las dos aceras y se reubicarán los existentes. El alumbrado se colocará en uno de los dos lados de la calle, situándolo entre árboles. Además, también se harán mejoras en el colector de aguas sucias que circula bajo la calle de Piquer.
Esta es una de las actuaciones previstas en el Plan de barrios, que quiere revertir las desigualdades entre los diferentes barrios de la ciudad y que promueve, entre otros, intervenciones transformadoras en el espacio público. La intervención en la calle de Piquer tiene aún más sentido en la estrategia de vecinificación del barrio, junto con el nuevo Plan de movilidad del Poble-sec, que promueve ejes cívicos y accesibles entre los diferentes equipamientos y extremos del barrio. Este plan también incorpora la mirada de género en la mejora del espacio público y la pacificación de entornos escolares a partir del programa «Protegemos las escuelas».