El diseño del nuevo campo de críquet ha contado con la implicación y validación del equipo femenino como promotor y de la Federación Catalana de Críquet. Este noviembre se acaba de aprobar el proyecto ejecutivo para iniciar la reforma del campo Julià de Capmany, en Montjuïc. La obra implicará la reforma integral del campo, con plantación de césped especial para la práctica de este deporte. También se marcarán las líneas de pitch, se creará el túnel de batida y se instalarán alumbrado, vestuarios y una valla perimetral.
Este equipo femenino, único en España, tiene como objetivo constituirse como primera selección catalana de críquet 11. Forma parte del programa «Críquet joven BCN», un proyecto impulsado por el Centro de Estudios Africanos e Interculturales (CEAi) y la Fundación para el Deporte y la Educación de Barcelona (FEEB), que desde el 2012 forma parte del programa «Convivimos deportivamente» del Ayuntamiento de Barcelona para acompañar y promover la práctica del críquet como un deporte identitario referente para una gran comunidad representada en la ciudad.
El críquet llegó a Barcelona a través de varias comunidades migrantes, para quienes la práctica de este deporte se ha convertido también en un espacio de encuentro. El críquet es muy popular en Pakistán, la India y Bangladés. Aunque un 2,3 % de la población de Barcelona nació en estos países (con una representación de un 16 % en el Raval o un 6,5 % en el Poble-sec, por ejemplo), hasta ahora no hay ningún campo de críquet en la ciudad.