Con el objetivo de limitar el impacto negativo de la pandemia en el sector de la restauración, a mediados de 2020 se implantaron miles de terrazas excepcionales en espacios como cordones de aparcamiento, carriles de circulación y chaflanes, delimitadas con elementos de seguridad, además de las aceras. Una vez superada la emergencia, se puso en marcha un proceso de regularización de las terrazas que lo solicitaran.
En el distrito de Sants-Montjuïc, un total de 273 pidieron establecerse definitivamente, de las cuales 147 recibieron luz verde: 92 en acera y 55 en calzada. El porcentaje de nuevas terrazas en calzada es mucho más bajo en este distrito que al conjunto de la ciudad, donde las de calzada superan el 50% del total. Las 126 peticiones denegadas a Sants-Montjuïc incumplían la ordenanza de terrazas, presentaban defectos no enmendables o bien han sido descartadas por los mismos restauradores.
Sumando las que ya había antes de la pandemia, ahora mismo en Sants-Montjuïc hay 624 terrazas autorizadas. En los barrios del Poble-sec (168) y Sants (164) está donde hay más, pero también son bastantes numerosos en Hostafrancs (95) y en la Marina de Port (84).
Terrazas seguras y en sintonía con el paisaje urbano
La consolidación de las terrazas autorizadas en la calzada se está haciendo mediante la retirada de los elementos de seguridad provisionales, que se sustituyen por una plataforma accesible, homologada y segura. Estos nuevos elementos tienen calidad estética y encajan bien con el paisaje urbano. En cuanto a las terrazas en las aceras, se ha tenido en cuenta que cumplieran todos los requisitos de accesibilidad y de espacio público establecidos a las ordenanzas.
De las 1.550 terrazas situadas en la calzada durante la pandemia en toda Barcelona, los próximos días se habrán retirado nuevo de cada diez, y la previsión es que en abril se hayan acabado de retirar las que quedan. Al mismo tiempo, se están implantando las nuevas plataformas. A finales de mes se habrán instalado 440 muebles plataforma, el 89% de todos los que se colocarán.
Cuando se acabe el proceso de consolidación, Barcelona pasará a tener un total de 6.375 permisos de terrazas permanentes. La ciudad vela para preservar el equilibrio de esta actividad económica con la convivencia vecinal y el descanso mediante el control del cumplimiento de las normativas y de diversas medidas dirigidas a reducir las molestias y el ruido.