El Lunes de Pascua hay un elemento gastronómico singular que los más pequeños esperan con pasión: la mona. Hoy en día, la mona de Pascua es un dulce que adopta formas muy diversas, desde las más tradicionales hasta aquellas que reproducen los personajes infantiles más de moda.
Las monas actuales son el resultado de siglos y siglos de evolución en los que los diversos elementos se han ido combinando, y las historias y las costumbres se han ido entrelazando. En torno a las monas de Pascua encontramos curiosidades y costumbres como estos:
El origen de la palabra
Parece que la palabra mona podría ser una derivación de la palabra árabe munah, que significa obsequio. También hay quien dice que podría ser de origen griego, romano o celta. ¡Es todo un misterio!
El huevo, símbolo de fertilidad
La mona de Pascua es sinónimo de celebración, ya sea por costumbres religiosas o paganas. Coincide con la llegada de la primavera, tiempo de esplendor y fertilidad. Para transmitir esta idea, tradicionalmente el huevo ocupa un espacio protagonista sobre esta coca, ya sea duro, ya sea de chocolate. Actualmente se suman polluelos y plumas, elementos todos relacionados con la fecundidad.
Tantos huevos como años
Durante siglos fue costumbre entre los pasteleros elaborar dulces con huevos duros incrustados en la superficie de la mona que los padrinos regalaban a los ahijados el día de Pascua. Poco a poco, los huevos pasaron a ser de chocolate, y había tantos como años tenía el niño o la niña a quien iba destinada, que la recibía cada año hasta que hacía la primera comunión.
Una mona a cambio de…
En muchas casas, antes de recibir la mona, los pequeños recitaban unos versos o entonaban una canción para ganarse la mona.
Un agradecimiento bien curioso
También es tradición romperle el huevo en la frente al padrino o al abuelo que ha regalado la mona, una costumbre que tiene mucho más sentido si se trata de una mona tradicional, con uno o diversos huevos duros.
Dulces tradicionales de Pascua
Así como la mona tiene diversas formas, ingredientes y elaboraciones, también tiene primos y primas típicos de otras regiones de levante: el pa cremat, la toña o el pan de pasas y nueces también son dulces tradicionales de Semana Santa.
Pasión por el chocolate
La Pascua es un buen momento para disfrutar de las obras de arte de chocolate que elaboran los pasteleros y pasteleras. ¿Sabías que fue un obrador de Barcelona, a finales del siglo XIX, el primero que transformó el chocolate como bebida en un producto sólido?