Todos los árboles de interés local del distrito de Sants-Montjuïc están en la montaña o en los barrios de los alrededores. Empezamos el recorrido en la Marina. Entre las muchas especies que la paisajista Van der Harst, esposa del director de la fábrica Philips, reunió en los años 60 en los actuales jardines de los Derechos Humanos, hay un magnífico roble australiano. En los jardines de Can Farrero encontramos los mejores ejemplares de dos especies bastante comunes en las calles y los jardines de Barcelona: una doble hilera de plátanos de sombra centenarios contrasta con las dos palmeras washingtonias de más de 20 metros que se alzan por encima de la Casa del Reloj. Estas palmeras son de la misma especie (Washingtonia robusta, originaria de la península mejicana de la Baja California) que la que se plantó a finales de los años sesenta a la carretera de Miramar, para integrarse en el paisaje árido de los jardines de Mossèn Costa y Llobera, pero mucho más viejas. En cambio, en la Font de la Guatlla (c. Dàlia, 46), encontramos un conjunto excepcional de 24 palmeras Washingtonia filifera, especie originaria de California, que son de las más comunas de la ciudad. Estas palmeras centenarias son de las primeras que se plantaron en la montaña de Montjuïc.
Nos adentramos en Montjuïc para localizar seis árboles de especial interés en el Jardín Botánico Histórico: en la parte más honda y fresca, un carpe europeo, un fresno rojo americano y un falso plátano (Acero pseudoplatanus), difíciles de encontrar en la ciudad fuera de este microclima; un nogal con alas (Pterocarya x rehderiana), muy poco frecuente en Barcelona, híbrido de dos especies de nogales originarias del Caucas y de China; un fresno de hoja estrecha, autóctono de los bosques de ribera; y más cerca de la masía del Jardín Botánico Histórico, el mayor alcanforero de Barcelona. En los jardines de Joan Maragall hay un azufaifo, árbol de cultivo agrícola bien valorado tanto por los frutos como por la madera. Y en los jardines del Claustro, entre los de Laribal y los del Teatro Grec, tres plátanos de sombra de enormes dimensiones. En los jardines del Teatro Grec encontramos tres árboles catalogados más: una eritrina de Jujuy, típica de la cuenca del río Paraná, en América Latina, que presenta una floración roja muy espectacular; una gran lagunaria, especie perennifolia de bellas flores, originaria de Australia e islas próximas; y otro roble australiano, como el de los jardines de los Derechos Humanos.
Bajando por el paseo de Santa Madrona encontraremos uno de los pocos aguacates que hay en la ciudad, resguardado por los muros del Teatro Lliure; un naranjo de Luisiana en un parte de la calle de Maria Montessori; en la esquina de las calles de Lérida y Joaquim Blume, uno de los dos únicos huingans que hay en Barcelona, una rareza botánica proveniente de América del Sur; y un gran castaño de Indias, originario del este de Europa y típico de latitudes más septentrionales, yendo hacia la plaza de Carles Buïgas desde la calle de la Guardia Urbana.
Encima de Montjuïc, justo en medio de los Jardines de Mossén Cinto Verdaguer, se encuentra el ginkgo, proveniente de China: se puede considerar un fósil viviente, ya que evolutivamente es la especie más antigua de las que hay actualmente. Finalmente, hay que llegar hasta los jardines de Miramar para encontrar dos hileras con 30 ejemplares de bellasombra, un árbol bien grueso originario de las pampas de América del Sur.