Las áreas prioritarias de actuación son el Poble-sec (las calles de Vila Vilà, Blai, Nou de la Rambla, etc.) y alrededor de la plaza de Huesca, en Sants, pero también se llevan a cabo acciones puntuales donde sea necesario en cada momento de la temporada. Por ejemplo, en la campaña del año pasado también actuaron algunos días en los jardines del Mediterráneo (la Marina de Port) y en la calle de Súria (la Bordeta).
Los equipos de información van por parejas, debidamente acreditados y uniformados con el chaleco reflectante y la camiseta y mochila de la campaña. Ofrecen una piruleta como obsequio entre el público objetivo, para facilitar el acercamiento. Interactúan con las personas usuarias de los locales de ocio nocturno, el público presente en las zonas de terraza (no la clientela sentada), las personas haciendo cola, fumando o charlando en las zonas de entrada y salida de los establecimientos, y con el público que detectan haciendo “botellón” en la calle, pero no con quien está solo de paso. También informan a los establecimientos de la zona para hacerlos partícipes de la campaña, y les entregan la pegatina.
El año pasado, del 1 de junio al 9 de diciembre, estos equipos silenciadores interactuaron con un total de 7.267 personas en Sants y 7.598 en Poble-sec. En Sants, menos del 6% eran turistas, mientras que en Poble-sec, este porcentaje subió prácticamente hasta el 26%. Generalmente, la receptividad es positiva, tanto por parte de los establecimientos como de la ciudadanía, aunque a primera hora de la noche dicen que es demasiado temprano para pedir silencio y, al final de la noche, cuando puede haber personas que han consumido más alcohol, tampoco son tan receptivas.