La calle del Quetzal se corta para abrir una zanja y enterrar una tubería de medio metro de diámetro que cruzará la calle y conectará el nuevo pozo del lado de mar con el existente en la otra acera, tocando a los jardines de Francesc Masclans i Girvès. Desde este pozo, a través de un rebosadero, se realizará la conexión definitiva con lo que hay debajo de la calzada, en el cordón de servicios donde se aparcan los coches. Se aprovecha la zanja que cruzará la calzada para dejar hecha una canalización de semáforos, en previsión de la futura implantación de un paso de peatones.
Esta semana, desde el lunes, 1 de julio, hasta el sábado, 6, se prohíben tanto el aparcamiento como la circulación en el tramo de la calle del Quetzal comprendido entre la riera Blanca y la rambla de Badal. Se reubican, además de las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida (PMR), los contenedores de recogida de basura.