Hace 124 años que Sants es Barcelona

20/04/2021 - 08:00

El 20 de abril de 1897, un real decreto de la regente Maria Cristina anexionó a Barcelona seis antiguos municipios del plan, entre los cuales había Santa Maria de Sants, que de esta manera dejaba de tener alcalde propio. El barrio de Hostafrancs, integrado en Barcelona desde 1839, acabaría acogiendo la Tenencia de Alcaldía que hoy es la sede del Distrito de Sants-Montjuïc.

“Quedan agregados en su totalidad al termino municipal de Barcelona los de Gracia, San Martín de Provensals, Sans, San Andrés de Palomar, San Gervasio de Cassolas y Las Corts”. Es el primer artículo del real decreto firmado hace 124 años por la reina regente que hoy da nombre en la avenida que sale de la plaza de España hacia Montjuïc. La decisión real ponía fin a décadas de disputas entre estos consistorios del plano de Barcelona, en manos de familias burguesas locales que no querían perder el control de su ayuntamiento ni pagar los impuestos más caros que había en Barcelona. Eso es justamente lo que quería el Estado, fuertemente endeudado con la Guerra de Cuba. El artículo cuarto del decreto contempla, sin embargo, una armonización fiscal progresiva de todos los territorios anexionados: «en los diez años siguientes se aumentará la tributación, por décimas partes, hasta unificarla con relación a la población total».

Sants era una villa libre desde la Edad Media, gracias a las franquezas concedidas por el rey, pero también estaba sometida a un cierto control y jurisdicción por parte del Consejo de Cien. El Decreto de Nueva Planta de 1716 restituyó la total autonomía de la villa con el fin de quedarle poder en Barcelona. Desde entonces, Sants tenía no sólo alcalde sino también diversos concejales, escogidos entre los notables del pueblo, como los Cros, los Santomà, los Laporta y otras familias de terratenientes.

Curiosamente, la anexión de 1897 no era la primera vez que Sants se integraba en Barcelona. El 5 de mayo de 1883, el pueblo de Sants decidió, con 2.100 firmas a favor y 1.400 en contra, formar parte de la gran ciudad. Influyeron más, en aquel momento, los industriales y grandes caciques locales que tenían más poder en la plaza de Sant Jaume que en la de Víctor Balaguer, donde había el Ayuntamiento de Sants. Pero la presión popular hizo que el municipio se volviera a declarar independiente el año siguiente, el 12 de julio de 1884. Una independencia que ya sólo duró, pues, una docena de años.