En el marco de la Capital Mundial de la Arquitectura 2026, el Ayuntamiento de Barcelona, a través de la Fundación Mies van der Rohe, lanzó el pasado mes de junio un Concurso Internacional de ideas para arquitectos titulados menores de 35 años para transformar las paredes medianeras permanentes de 10 emplazamientos, uno en cada distrito de la ciudad, y convertirlas en nuevas fachadas. El concurso, que ya se ha resuelto, ha contado con el aval de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), ha seguido los criterios de la UNESCO, y se ha desarrollado de forma conjunta con el Instituto Municipal de Paisaje Urbano.
El jurado internacional, formado por siete arquitectos de prestigio internacional, ha valorado la mejora de la habitabilidad y sostenibilidad de los edificios, así como de la biodiversidad y de la calidad urbana. Finalmente, el jurado ha otorgado un total de 30 premios, tres por cada emplazamiento, a más de dos menciones honoríficas. Los concursantes que han obtenido el primer premio tendrán una compensación económica de 3.000 €; los que han obtenido el segundo premio, de 1.500 €; y el tercer premio, de 750 €.
Las medianeras de la calle de Quetzal
En los jardines de Francesc Masclans y Girvès, el primer premio ha sido para el joven arquitecto valenciano Pepe Lacruz, que ha titulado su propuesta The Golden Gateway porque propone cubrir las fachadas con una cerámica de color dorado, abriendo sólo media docena de balconadas prefabricadas a cada una y cubriendo parcialmente el resto con plantas trepadoras y, en los dos pisos más altos, placas fotovoltaicas que miran hacia la calle de Quetzal.
El segundo premio ha sido para el Pixel Ecosystem que propone el joven arquitecto madrileño Álvaro González Serrano, que plantea toda una estructura ligera delante de las medianeras para crear las nuevas fachadas: tras esta estructura hay un corredor por planta, con un acceso desde el interior, y sobre este andamio, muchas plantas que dan lugar a la fachada verde. Las placas fotovoltaicas también se concentran a la parte superior, pero en este caso miran hacia el cielo.
El tercer premio ha sido para la propuesta Stitch It Up de la joven arquitecta alicantina Maite Solbes Francisco, que crea la fachada verde de plantas trepadoras sobre una estructura más ligera de tubos y cables en vertical. Detrás no hay ninguna galería practicable porque, en lugar de puertas, propone abrir ventanas a la medianera. Las placas solares se concentran en una franja vertical a la izquierda del edificio de Quetzal, 17-21.
Implementación de propuestas
El jurado ha valorado que todas las propuestas sean flexibles para poder funcionar con más o menos ventanas o balconeres, por si algún vecino o vecina no quiere o puede hacer aperturas en su vivienda, sea por motivos económicos o para que afecte a la distribución interior, especialmente en el caso de los baños y cocinas. En caso de implementación de la propuesta, tanto el vecindario como el autor serán involucrados: los jóvenes arquitectos serán consultores en todas las etapas de diseño para los servicios arquitectónicos.
Las propuestas ganadoras se implementarán, siempre que sea posible, para ser inauguradas el año 2026, como legado material de la Capital Mundial de la Arquitectura UNESCO-UIA en Barcelona. Estas actuaciones se enmarcan también en el Programa de Espacios de Proximidad e Interiores (PEPI) para la mejora del espacio público de la ciudad.