El compromiso municipal es poner al alcance de las entidades del consorcio una serie de recursos:
- Un mapa de actores para activar las relaciones entre las empresas dispuestas a invertir y gestionar instalaciones y usuarios potenciales.
- Apoyo técnico para analizar espacios desde donde se pueda generar energía, así como para evaluar modelos económicos que pongan en relación los diferentes agentes que intervienen.
- Incentivos económicos para desarrollar de manera ágil este tipo de instalaciones y avanzar en modelos de autoconsumo compartido.
- Un estudio para implementar la colaboración económica pública.
Para el consorcio, el acuerdo supondrá lo siguiente:
- Hacer seguimiento de las empresas que puedan implantar un parque solar fotovoltaico.
- Facilitar y asesorar en las mejores soluciones técnicas y económicas.
- Incluir la cláusula de generación fotovoltaica en los contratos de arrendamiento de parcelas que se firmen en el polígono.
La iniciativa se suma a otros proyectos del consorcio con relación a la generación energética y el aprovechamiento de energía residual con un impacto directo en las emisiones de CO2, y, al mismo tiempo, se engloba en el compromiso municipal de reducción de gases de efecto invernadero que recoge la Declaración de emergencia climática, firmada en el mes de enero del 2020.
De hecho, una de las propuestas destacadas de las ordenanzas fiscales para el próximo año es la aplicación de una nueva bonificación del 30 % del impuesto de bienes inmuebles (IBI) en los inmuebles de uso industrial para la instalación de sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía proveniente del Sol, durante tres periodos impositivos.
Además, el convenio se ha firmado mientras se celebra en Glasgow la 26.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, en la que Barcelona es una de las ciudades que encabeza la mesa de municipios referentes en la lucha contra la emergencia climática.