Con el objetivo de incidir en las conductas de riesgo, la Guardia Urbana pone en marcha una campaña de control de alcoholemia y de drogas, que estará activa del 16 al 22 de febrero en toda la ciudad y se enmarca en el Plan local de seguridad vial del Ayuntamiento de Barcelona.
Se corregirán infracciones relacionadas con la conducción con una tasa de alcohol superior a la permitida o con presencia de drogas en el organismo, así como todas aquellas que comporten situaciones de riesgo.
En estos controles se incidirá en la realización de pruebas de alcoholemia y de drogas a los conductores de bicicleta y ciclomotor, un colectivo especialmente vulnerable que ha visto incrementada la siniestralidad en los últimos años.
La conducción con alcohol o drogas en el organismo es uno de los factores de riesgo en la siniestralidad, y los controles preventivos son una de las herramientas más eficientes para evitar la circulación por la red viaria de conductores con riesgo potencial de tener un accidente.
Las víctimas de los siniestros de tráfico son evitables: tenemos que tomar conciencia de ello y hacer que los conductores y los peatones se involucren cada vez más en el objetivo de conseguir llegar a reducir en un 50 % los lesionados graves y las víctimas mortales, tal como indica la Estrategia de seguridad vial 2030, con el horizonte de ninguna víctima mortal en el año 2050.