La actuación viene motivada por la acumulación de agua que se ha visto que se produce, en periodos de lluvia, en la banda mar de este tramo de la calle de Cerdanyola, urbanizado en plataforma única, sin aceras, con prioridad para peatones. Los trabajos consistirán en la ejecución de nuevos imbornals y la correspondiente conexión en la red de alcantarillado existente.
Las obras comportan el corte total de la calle en el tramo donde se tienen que construir los imbornals. El tráfico se desvía hacia la calle del Tenor Masini; los vehículos podrán devolver a la continuación de la calle de Cerdanyola (que después del torrente d’Escuder se dice Socors) por la calle de Blanco y el mismo torrente de Escuder. Los peatones pueden seguir pasando por la acera de la banda montaña del tramo en obras. A ambos lados, los respectivos pequeños tramos en callejón sin salida permiten durante estas dos semanas el acceso de vehículos a los parkings existentes.