A través de esta actuación, enmarcada en el nuevo Plan de movilidad del Poble-sec, se quiere mejorar la calidad del espacio público y dar más protagonismo a los peatones.
Para favorecer los desplazamientos a pie, se generarán plataformas únicas elevadas en los cruces con las calles de Lafont y Cabanes, ensanchando las aceras hasta 3,2 y 2,9 metros. El carril central será de 3,5 metros de ancho, y se mantendrá una de las dos franjas de aparcamientos actuales en uno de los dos lados de la calle, que irá variando de lado en cada tramo entre cruces. En total, se renovará un ámbito de 6.000 metros cuadrados.
Además, se colocarán nuevos árboles en las aceras y se reubicarán otros. Las líneas de servicios aéreas se soterrarán y se colocarán en uno de los dos lados de la calle. Además, también se harán mejoras en el colector de aguas sucias que circula bajo la calle de Piquer.
Alteraciones de la circulación
La primera fase de las obras comportará un corte total de la circulación en el tramo comprendido entre las calles de Palaudàries y Cabanes, que quedará restringido solo para vecinos y vecinas y servicios. Debido a las obras, el tráfico se desviará hacia el paseo de Montjuïc y a las calles de Blesa y de Vila i Vilà. Sucederá lo mismo con la línea de bus 121, que se desviará por el paseo de Montjuïc entre las calles de Palaudàries y Cabanes para reincorporarse después a su itinerario habitual. Asimismo, la parada de bus de la calle de Piquer, la 2068, se trasladará al cruce del paseo de Montjuïc con la calle de Mata.
La circulación por las intersecciones de Piquer con Mata y Palaudàries no comportará alteraciones de la circulación. En cambio, la calle de Cabanes quedará dividida por las obras dejando sin salida los tramos de esta calle hasta Blesa y Vila i Vilà.