El plan fija las prioridades y los mecanismos de coordinación de todos los servicios que trabajan en el espacio público previniendo, combatiendo o reparando las consecuencias de las dinámicas incívicas que puede acabar generando la concentración del ocio nocturno en estas zonas. Por ejemplo, el servicio de convivencia atiende las quejas de la ciudadanía y ayuda a los responsables de los locales a promover comportamientos cívicos por parte de la clientela. O la Guardia Urbana acompaña a los servicios de limpieza cuando actúan en determinadas zonas. A lo largo del verano se refuerzan y coordinan las dotaciones de la Guardia Urbana, de los Mossos d’Esquadra, del servicio municipal de gestión de conflictos en la calle, del equipo de convivencia del Distrito, de la campaña de Ecología Urbana para la reducción del ruido, de los servicios de limpieza y de los equipos de inspección de locales y terrazas.
En el triángulo de ocio nocturno del Poble-sec, comprendido entre la avenida del Paral·lel, la plaza de los Ocellets y las calles de Blai y de Puig i Xoriguer, hay 118 establecimientos de restauración. También hay grandes salas de fiestas como Plataforma, Laut o Apolo (con un aforo de 3.000 personas) con las que se trabaja para avanzar la hora de entrada de la clientela con medidas como la entrada al 50 % antes de la 1.00 horas. Todo ello, junto con la presión policial, ayuda a combatir los botellones en los jardines de las Tres Xemeneies. Apolo paga también los dos lavabos portátiles que se instalan en la zona las noches de los jueves. Y gracias al acuerdo renovado con los bares y restaurantes de las calles Nou de la Rambla y de Vila i Vilà, los establecimientos se hacen cargo de la contratación de dos educadores que informan y trabajan para que no se haga ruido en las entradas y salidas. En la calle de Blai ya había sonómetros para medir el nivel de ruido y ahora se han instalado también en Nou de la Rambla, a la vez que en Sants se han renovado los de la plaza de Osca.
En la plaza de Osca se concentran 16 de los 38 establecimientos de restauración del triángulo de ocio nocturno de Sants. Esta plaza tiene una ordenación singular, como la calle de Blai, por la que las terrazas deben recoger una hora antes que en el resto de la ciudad (a las 23.00 horas de domingo a jueves, a medianoche los viernes y sábados). Los cuerpos policiales se coordinan con los servicios de convivencia, de gestión de conflictos y de reducción del ruido para que estos horarios se cumplan sin problemas. También lo hacen con el servicio de limpieza para articular los dispositivos necesarios en el parque de la Espanya Industrial, uno de los espacios verdes más grandes del distrito y con usos más diversos y continuados a lo largo del día, que se intensifican con las actividades de los equipamientos que hay alrededor y, en agosto, con la Fiesta Mayor de Sants.
El Plan de verano incorpora también específicamente los jardines de la Mediterrània, un interior de manzana con once establecimientos de restauración, la mayoría con veladores, en la Marina de Port. Uno es incluso un bar de copas y en la plaza de la Marina anexa hay tres bares con más veladores. Aquí la coordinación de los servicios de convivencia y de limpieza con la policía es también fundamental para limitar el impacto negativo sobre el vecindario. En Montjuïc, la salida de los grandes conciertos en el Palacio de Sant Jordi o en el Pueblo Español también provoca molestias en el vecindario de la Marina, el Poble-sec y la Font de la Guatlla, así que la Mesa de Acontecimientos vela por el equilibrio entre la programación de actos y el descanso vecinal, en coordinación también con agentes cívicos (B:SM).
Otros espacios públicos con especial atención por parte de los equipos de convivencia son los jardines de la Rambla de Sants, Can Batlló y la plaza de Súria, en la Bordeta, las plazas de Santa Madrona y de Las Navas, en el Poble-sec, y las plazas de Herenni y de Joan Corrades, en Hostafrancs.
Este plan tiene como antecedente en el distrito la medida de gobierno para la mejora de las relaciones en el espacio público (2017) y como referente en la ciudad el Plan para la reducción de la contaminación acústica que impulsa la Concejalía de Ecología Urbana.