Este último año el Consistorio ha intensificado el ejercicio del derecho de tanteo y retracto, por el que tiene preferencia en la compraventa de inmuebles. Con la adquisición a través de este derecho se consigue detener procesos especulativos a la vez que se amplía el parque de alquiler asequible de la ciudad, sobre todo en los barrios más céntricos, donde más se sufre la subida de los precios del alquiler y donde es más difícil construir viviendas públicas de obra nueva por la baja disponibilidad de suelo.
En concreto, las adquisiciones han sido las siguientes:
- En L’Eixample, cinco fincas de 99 viviendas:
Calle de Calàbria, la Nova Esquerra de l’Eixample, 14 viviendas.
Calle de Floridablanca, Sant Antoni, 18 viviendas.
Calle del Comte Borrell, Sant Antoni, 12 viviendas.
Calle de Balmes, la Dreta de l’Eixample, 23 viviendas.
Calle de la Diputació, la Nova Esquerra de l’Eixample, 32 viviendas. - En Sants-Montjuïc: calle de la Font Honrada, el Poble-sec, 11 viviendas.
- En Gràcia, dos fincas de 17 viviendas:
Calle de Camprodon, Vila de Gràcia, 6 viviendas.
Calle del Torrent de les Flors, Vila de Gràcia, 11 viviendas. - En Horta-Guinardó: calles de Mont-ral y del Doctor Letamendi, Horta, 38 viviendas.
- En Nou Barris: calle de Escolapi Càncer, Torre Baró, cuatro fincas de 198 viviendas.
A estas fincas se tienen que sumar 13 viviendas vacías más compradas de manera individual en diferentes puntos de la ciudad: dos en el Raval, una en Sants, una en Porta, una en el Turó de la Peira, una en las Roquetes, una en la Prosperitat, una en la Trinitat Nova, cuatro en Ciutat Meridiana y una en el Besòs i el Maresme.
En total, la inversión municipal ha sido de 59,89 millones de euros, es decir, 156.000 euros por término medio por cada vivienda, que incluyen las estimaciones de rehabilitación necesarias en cada finca. Estos precios de compraventa son inferiores, entre el 18 % y el 39 %, al precio medio actual de mercado.