Es media mañana del jueves en Barcelona. Hace calorcito y huele a los primeros días de verano. Y es un día importante para la ciudad: ¡hemos llegado a la fase de votación de los primeros presupuestos participativos!
Desde diferentes puntos de la ciudad, repartidos entre los diez distritos de Barcelona, salen carros informativos, engalanados con carteles que hacen un llamamiento, con una tipografía enorme blanca: “Vota”. Los carros, transportados por dos personas informadoras, se sitúan en puntos clave de los barrios: plazas, mercados, escuelas…
Implicadas en más de un distrito
Andrea es una de las personas que tira del carro. Es joven, activa, amable y estos días recorrerá todo L’Eixample y Sarrià-Sant Gervasi para informar, a todos quienes la quieran escuchar, sobre qué son los presupuestos participativos, qué proyectos se pueden votar y cómo funciona la votación.
Situada en la sede del Distrito de L’Eixample, está animada y habla contenta: “La gente está muy receptiva. Esta mañana ya he explicado los presupuestos a muchas personas mayores que me han asegurado que después, con calma, se lo mirarán en casa”. En el carro Andrea lleva un dosier plastificado donde se exponen todos los proyectos del distrito de L’Eixample que se pueden votar.
Andrea habla con Verónica: es una vecina de 45 años a quien los presupuestos participativos le parecen una buena idea: “Barcelona es una ciudad muy chula, pero necesitamos más carriles bici, espacios verdes, entornos escolares pacificados”. Ella vive en L’Eixample, pero también votará en otro distrito, porque asegura que hay otros distritos que necesitan más cambios que el suyo.
Detrás de la sede del Distrito otra informadora ayuda a votar a Eva, de 49 años, monitora de ocio de una de las escuelas de la zona, que también quiere diversificar sus votos: “Votaré proyectos de L’Eixample y tres o cuatro proyectos de mi distrito, Sant Martí. Me interesan especialmente los proyectos para hacer una ciudad más verde”.
Los presupuestos participativos, una oportunidad
“Muchas personas ven los presupuestos como una oportunidad”. Nos lo explica Daniel, informador en la plaza de Joaquim Folguera, en el barrio de Sant Gervasi-la Bonanova. Acompañado de otra persona informadora, explican que su labor está resultando sencilla: “En la plaza hace días que hay un tótem de uno de los proyectos que se puede votar, lo que nos ha facilitado mucho el trabajo. Hemos visto mucho interés, especialmente con los proyectos de proximidad. Hasta incluso algunas personas han votado directamente con el móvil mientras hablábamos”.
Los dos informadores, como todas las demás personas de apoyo de los presupuestos participativos a pie de calle, han recibido una formación para gestionar la herramienta de decidim.barcelona, la plataforma con la que se está llevando a cabo la votación.
Además, a partir del 14 de junio, esta ayuda presencial a la votación también se podrá encontrar en las 19 exposiciones que detallan los proyectos, que se pueden votar hasta el día 20 de junio.