En una reunión esta semana en el Ayuntamiento de Barcelona, el teniente de alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo, Jordi Valls, y su homólogo neerlandés, Sofyan Mbarki, han compartido las iniciativas impulsadas por ambas ciudades en la gestión del turismo. Estas iniciativas incluyen nuevas políticas de gestión turística orientadas a mejorar el retorno de la economía del visitante hacia la ciudadanía y a potenciar aspectos como la sostenibilidad, la digitalización del sector y la colaboración público-privada.
En este sentido, ambas ciudades comparten el compromiso de priorizar la gestión del turismo en la agenda pública tanto a nivel municipal como europeo, y por ello han acordado profundizar en la colaboración entre Ámsterdam y Barcelona.
Valls y Mbarki también abordaron cuestiones como la regulación y el control de la oferta de alojamiento turístico, así como las estrategias que ambas ciudades están promoviendo en materia de vivienda. El teniente de alcaldía de Ámsterdam ha seguido con interés los planes de Barcelona para reducir la oferta de Viviendas de Uso Turístico (HUT) en la ciudad en 2028, así como la relación mantenida con el sector turístico y la ciudadanía en el despliegue de las diversas medidas de gestión turística.
Para Valls, el encuentro de hoy “es un paso más que consolida una relación fluida con una ciudad que comparte desafíos muy similares a los de Barcelona en materia de turismo, diversificación económica o vivienda”. El responsable del área económica destacó que “somos dos ciudades líderes en Europa en la búsqueda de soluciones a retos que tienen una escala global y que no podemos resolver individualmente”, por lo que remarcó la importancia de tejer alianzas.
En clave de protección de la actividad económica en el territorio, también se han compartido las experiencias de ambas ciudades en el apoyo al comercio local y a los establecimientos emblemáticos, así como las medidas impulsadas para asegurar la protección de los barrios históricos y su patrimonio.
En esta línea, tanto Barcelona como Ámsterdam comparten la necesidad de aplicar nuevas herramientas normativas para reducir el impacto del turismo y proteger el comercio, la cultura y la cohesión social en sus centros urbanos. Al mismo tiempo, ambas ciudades han reafirmado el compromiso de buscar la complicidad y cooperación de los sectores empresariales y de innovación para lograr un sector turístico más sostenible que contribuya a sus comunidades locales y tenga un impacto positivo, tanto a nivel local como global.
En este sentido, las dos ciudades trabajan para consolidar medidas que mejoren el entorno urbano como lugar para vivir y promueven una agenda de acciones para un turismo más sostenible.