Districlima impulsa la transición energética de Barcelona
Con el inicio de las obras de la tercera central, la ciudad refuerza su red de frío y calor sostenible, un hito clave dentro de los objetivos del Pla Clima.
La construcción de la tercera central de Districlima, una de las infraestructuras más innovadoras de la ciudad, ha llegado a su ecuador con el inicio de los trabajos con tuneladora. Esta nueva instalación sepultada, que utilizará el agua de mar para generar frío, consolida la apuesta de Barcelona por las redes de frío y calor, una solución eficiente y sostenible para la gestión energética urbana. Con esta obra, la ciudad continúa avanzando en su transición hacia la neutralidad climática, uno de los ejes principales del Pla Clima de Barcelona.
Esta mañana se ha realizado una visita a las obras con la participación de la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, el vicepresidente ejecutivo de ENGIE Local Energy Infrastructures, Frank Lacroix, el director de ENGIE Local Energy Infrastructures en España, Janis Rey, y el director de Districlima, Xavier Puyal. Durante el acto, se ha destacado cómo las ciudades pueden convertirse en el motor de las soluciones para alcanzar la neutralidad climática, resaltando la importancia de la colaboración entre empresas e instituciones públicas en este proceso de transformación. Laia Bonet ha subrayado que “Districlima es un claro ejemplo de iniciativa públicoprivada que nos permite avanzar hacia la descarbonización“.
Con una inversión de 44,4 millones de euros, la tercera central de Districlima se suma a las dos plantas ya existentes en la zona del Fòrum y del distrito 22@, incrementando la capacidad de la red de calor y frío en Barcelona. Esta ampliación permitirá aumentar en un 33% el número de edificios conectados a la red, pasando de 192 a 262. El proyecto contribuirá, además, al ahorro de 339.727 toneladas de CO₂ entre el 2026 y el 2032, una aportación crucial en los esfuerzos de la ciudad para reducir sus emisiones y avanzar hacia una energía más limpia y eficaz.
En este sentido, las redes de frío y calor, como las que proporciona Districlima, representan un cambio de paradigma en la gestión energética urbana. Estas infraestructuras son capaces de generar energía de manera sostenible aprovechando recursos locales, como el agua de mar, y permiten revalorar energías residuales y renovables. La proximidad entre la fuente de generación y los centros de consumo de energía representa una gran ventaja en el planteamiento de autosuficiencia energética para las ciudades. Como valor añadido, la obra de la central ha permitido recuperar 8.000 m³ de arena de alta calidad, que se han utilizado para regenerar la playa de Llevant y la zona de la duna de la playa de la Mar Bella, dos de los ámbitos más afectados por los temporales marítimos en la ciudad.
En definitiva, Districlima se presenta como un proyecto urbano pionero dedicado a la distribución de calor y frío en el área del Consorci del Besòs, el Poblenou y el distrito tecnológico del 22@. Impulsado por ENGIE, TERSA y el Institut per a la Diversificació i l’Estalvi d’Energia (IDAE), es un claro ejemplo de cómo la colaboración públicoprivada puede ser fundamental para desarrollar modelos energéticos sostenibles y descentralizados. A través de la nueva central, Barcelona refuerza su posición como ciudad referente en innovación urbana y sostenibilidad, situándose en vanguardia en la lucha contra el cambio climático.