Consejos de acompañamiento para la adopción de perros, gatos y hurones
Cada año se encuentran en Barcelona más de 2.000 animales de compañía perdidos o abandonados, entre perros, gatos y hurones. A menudo, estos animales fueron adoptados en su momento por personas que no eran lo bastante conscientes del tiempo y la atención que tendrían que dedicar a sus nuevos compañeros de vida.
Por ello, recomendamos seguir unas pautas antes, durante y después del proceso de adopción del animal, para que este proceso sea todo un éxito para adoptantes y adoptados.
Consejos previos
-
Primero de todo, debemos preguntarnos por qué queremos adoptar un animal. Los perros y los gatos son seres vivos que pueden llegar hasta los 20 años; por lo tanto, tendremos que dedicarles mucho tiempo de nuestra vida. No son juguetes que, cuando dejan de interesarnos, podemos arrinconar en un lugar de la casa: necesitan atención física y cariño. Tenemos que decidir si es un buen momento para adoptarlos, y si por razones de trabajo nos tenemos que trasladar o viajar a menudo, o si no queremos llevárnoslos de vacaciones, deberemos tenerlo en cuenta.
En función de este parámetro y con el asesoramiento profesional de los centros de acogida y las protectoras, debemos valorar el tipo de animal, la edad y el temperamento que necesitamos. Todos estos elementos serán determinantes a la hora de adoptar con éxito un animal de compañía en nuestro hogar.
-
Antes de adoptar un animal, debemos pensar en nuestra rutina diaria y preguntarnos si al final de la jornada laboral nos quedará tiempo libre para dedicarle. Los perros quieren estar acompañados casi siempre y también necesitan que se los saque a pasear. Los gatos, aunque parecen más independientes, también necesitan dedicación y ratos de juego. Si no tenemos suficiente tiempo, siempre es preferible apadrinar un perro o un gato en una protectora y aportar periódicamente una cantidad económica para su mantenimiento, que descubrir que no le podemos dedicar el tiempo que necesita una vez adoptado.
-
Los animales suponen un coste económico en alimentación, limpieza y desparasitación, visitas al centro veterinario, una persona educadora (en caso necesario), y elementos del hogar como camitas, correas o juguetes. Debemos tener esto en cuenta antes de adoptarlo y realizar los cálculos necesarios para ver si nuestra economía familiar nos permitirá mantener a un compañero a lo largo de los años.
-
Debemos comprometernos a ayudar al nuevo miembro de la familia a adaptarse a su nuevo hogar a fin de que se encuentre cómodo, tanto dentro como fuera, con el fin de garantizar la buena convivencia. A menudo, dependiendo de la edad del animal y de otros aspectos, tendremos que afrontar los problemas que pueda provocar su comportamiento. Debemos valorar si tendremos paciencia para ayudar al animal y acompañarlo cuando se presenten los conflictos. Adoptar un cachorro, por ejemplo, siempre es muy goloso, pero requiere mucho más tiempo, paciencia y conocimiento que un animal adulto, que ya tendrá su personalidad definida. En función del tiempo de que dispongamos y de nuestra experiencia, debemos elegir la opción que mejor se ajuste a todo lo que podemos ofrecerle al animal.
-
Debemos valorar si seremos responsables respecto a la vida en común con el animal. Tanto la ley como nuestra conciencia nos obligan a adquirir una serie de responsabilidades.
Los gatos, los perros y los hurones están obligados a llevar un microchip identificativo. El personal veterinario es el único autorizado para implantarlo y también el encargado de darlo de alta en el Archivo de Identificación de Animales de Compañía (AIAC).
Además, tendremos que registrar el animal en el censo de animales de compañía del ayuntamiento del municipio donde residamos (consultar aquí).
Una vez que hemos decidido que cumpliremos con estas pautas previas para la adopción de un nuevo miembro de la familia, debemos elegir el sitio al que iremos a buscarlo. Los animales de compañía se pueden adoptar en refugios, protectoras o centros de acogida. Esta es una opción muy buena, ya que a menudo son centros con pocos recursos y muchos animales, y podemos colaborar liberándolos de la carga que supone la atención diaria de todos estos animales.
Las personas que trabajan en estos centros son profesionales que conocen muy bien a los animales que cuidan cada día, y nos pueden aconsejar a la hora de elegir a un compañero de vida que se adapte a nuestras características. En el caso de los gatos esto es esencial, ya que con frecuencia son ellos quienes nos eligen a nosotros, y no al revés.
Os recomendamos que visitéis el Centro de Animales de Compañía de Barcelona, el CAACB, y que os dejéis guiar en el proceso de adopción por sus profesionales. Allí, un equipo de 20 personas y más de 150 voluntarios y voluntarias trabajan diariamente para la atención integral de los animales.
Sobre todo, debemos intentar no tener una idea predeterminada de cuál es el animal que queremos. A menudo, nuestras ideas no acaban coincidiendo con la realidad, y el personal del centro nos puede aconsejar mejor a la hora de escoger el animal que se adecue mejor a nosotros y a nuestro estilo de vida.
Una vez que hemos encontrado un animal con la ayuda de la persona que nos ha atendido y hemos decidido hacernos cargo de él, es mejor si antes de llevarlo a casa dejamos que nos conozca y vemos las reacciones que tiene.
Es recomendable, pues, visitarlo antes en el refugio o protectora y pasear con él. También es un excelente consejo que todos los miembros de la familia lo visiten e interaccionen con él, ya sea la pareja o los hijos e hijas, y si tenemos otros animales, ver la relación que se crea entre ellos y comprobar si son aptos para la convivencia, todo bajo la supervisión de una persona experta en comportamiento.
Los animales tienen que familiarizarse con los niños y niñas antes de llegar a casa. Podemos preguntar al personal del centro qué animales están más acostumbrados a estar con menores.
Una vez en casa, intentamos no agobiar al animal. Es normal que tengamos muchas ganas de abrazarlo y jugar con él, pero debemos tener paciencia y darle un poco de tiempo al principio.
Poco a poco, se irá adaptando a su nuevo hogar. Debemos procurar que esté tranquilo y dejarlo descansar cuando lo necesite. Es bastante habitual que la primera noche llore o se haga pis, pero es un hecho normal que no debe preocuparnos si después se reconduce.
En caso de que haya otro animal en casa, tendremos que dejar también que se acostumbre a él. Si adoptamos un perro y ya tenemos un gato, tendremos que asumir que puede haber algún momento de ladridos o bufidos, pero si seguimos las recomendaciones de profesionales se reconocerán mutuamente y el proceso terminará con éxito. En caso de que sean dos gatos, es recomendable que ambos tengan espacios propios para que se huelan, se conozcan y se adapten antes el uno al otro.
Si aun así tenemos alguna duda con respecto a su atención, siempre podemos consultar al equipo de comportamiento o al centro veterinario, que nos ayudará a entender mejor lo que está pasando o nos derivará a una persona especialista en conducta.
Además, hay que establecer un plan sanitario para nuestro animal. Con la ayuda del personal veterinario podremos fijar un plan de vacunación y desparasitación periódico. También se debe realizar la esterilización para evitar la cría incontrolada, que es una de las causas de abandono de los animales.
Consejos específicos
-
Además de los consejos previos y los pasos que hay que seguir al adoptar un animal que te hemos explicado hasta ahora, hay algunos elementos que deberemos tener en cuenta específicamente si lo que queremos es adoptar un gato. Son los siguientes:
- Los gatos, aunque no salen a pasear y pueden pasar solos más horas que los perros, también necesitan un tiempo de dedicación para jugar con ellos, crear un vínculo, peinarlos... y cubrir las necesidades que tengan.
- Tienen una buena intuición con respecto a las personas. No lo elijamos por ser más o menos bonito, macho o hembra, más mayor o más joven... tenemos que dejar que sea él quien nos elija, con su forma de ser y su comportamiento.
- La edad es un factor a tener en cuenta, pero en el caso del gato es más importante qué carácter tiene. Así, si un gato es pequeño, como todavía no tiene el carácter definido nos costará más conocerlo a la hora de saber si somos afines, ya que lo que querrá es jugar por todas partes y a todas horas. En cambio, si nos fijamos en un gato adulto, enseguida sabremos qué carácter tiene y si estamos hechos el uno para el otro, aparte de que se adaptará mejor al nuevo hogar que tenga.
- Los gatos deben tener un plato para la comida y otro para el agua, así como una bandeja para hacer sus necesidades lejos del lugar donde tiene la comida. Esto último es muy importante para preservar la higiene. Además, tienen que disponer de un sitio agradable para poder dormir.
- En caso de que haya menores en casa, es importante que participen en el proceso de conocimiento del gato. Se tienen que entender y tienen que poder jugar, respetando los espacios del gato y los tiempos de descanso. Los niños y niñas deben ser partícipes de la adaptación del gato para una mejor integración del animal en la familia.
- ¡Siempre es mejor adoptar dos que uno! Así, si los tenemos que dejar solos unos días en casa porque nos vamos de vacaciones, se harán compañía. Esto, siempre que haya alguien que pueda ir diariamente para jugar con ellos, ayudarlos con la higiene, ponerles comida y limpiar el arenero.
- Hay que proteger los espacios abiertos por donde pueda escaparse el gato con el fin de evitar accidentes y que pueda resultar herido o que no vuelva a casa.
-
Como ya hemos dicho al principio, antes de adoptar un animal es muy importante tener en cuenta los pros y los contras, ya que se trata de una gran responsabilidad que debemos ejercer con garantías para su bienestar.
Los perros y los gatos son muy diferentes, y antes de decidirnos por uno u otro tendrías que saber que:
- Los perros pueden ser dependientes. Buscan y necesitan una relación emocional, y requieren atención humana para desarrollar sus principales rutinas, como salir a pasear. Si no nos implicamos totalmente con ellos, se pueden sentir frustrados y tristes.
- Los cachorros, además, requieren el doble de tiempo, ya que debemos invertirles muchos momentos y tener tiempo suficiente para ayudarlos durante sus primeros meses de vida. Por lo tanto, debemos tener en cuenta esto antes de adoptarlos.
- Es necesario dedicar un tiempo a ayudar al perro a adaptarse a nuestro hogar. Las pautas que nos den los y las profesionales son importantes para evitar destrozos de objetos personales o muebles de nuestra casa. Si pese a emplear buena parte de nuestro tiempo no nos resulta suficiente, valoremos la posibilidad de recurrir a una persona educadora de perros, así como el coste que esto nos puede suponer.
- Las costumbres de higiene tampoco son una excepción con respecto a las diferencias entre gatos y perros. Mientras que los gatos pueden ser más autónomos a la hora de limarse las uñas o limpiarse, los perros necesitan que se lo hagamos nosotros. El baño, el corte de uñas, el cepillado, el corte de pelo y la limpieza de los dientes, cuando ya tienen los definitivos, serán tareas que tendremos que asumir.
- Por último, durante los viajes y las vacaciones es posible que algunos establecimientos no permitan la tenencia de un animal de compañía. Afortunadamente ya existen múltiples opciones para poder transportarlo correctamente, y también hay alojamientos dogo friendly, pero si aun así no nos es posible llevarlo con nosotros, lo más recomendable es dejarlo con algún familiar o alguna amistad próxima que ya lo conozca y que pueda hacerse cargo de él durante nuestra ausencia. Si no, siempre tendremos la opción de llevarlo a una residencia canina o contratar a una persona cuidadora profesional. ¡Pero no nos alejemos muchos días de él, que nos echará de menos!
-
Los hurones son animales encantadores que requieren unas atenciones específicas que deben tenerse en cuenta antes de adoptar uno. En el CAACB llegan pocos hurones y enseguida se marchan a casas de acogida.
Para adoptar un hurón, debemos tener en cuenta algunas cuestiones:
- Necesitamos disponer de un espacio dentro de casa donde poder colocar una jaula grande con todas las comodidades para nuestro nuevo amigo. Los hurones son muy inteligentes y activos, pero también duermen muchas horas y necesitan tener un lugar seguro donde poder descansar.
- Tenemos que proteger los accesos al exterior para evitar que nuestro hurón pueda escaparse o caerse y resultar herido o muerto.
- Debemos prestar mucha atención a la relación que tiene el hurón con otros animales de la familia, y no forzar nunca los tiempos que necesita de adaptación.
- Tenemos que poder dedicar un tiempo a diario al nuevo miembro de la familia, ya que un hurón necesita interaccionar con nosotros para sentirse bien.
- Debemos dejarnos asesorar por profesionales si hay problemas de convivencia, de comportamiento o de salud, puesto que el hurón es un animal muy delicado y es preciso que conozcamos muy bien sus necesidades y cómo podemos garantizar su bienestar.