El Ayuntamiento de Barcelona ha reconstruido integralmente la punta de la trompa y de la cola, ha restaurado agujeros y fisuras de los colmillos, y ha aprovechado para realizar una limpieza general de la escultura del mamut del parque de la Ciutadella.
Las extremidades del mamut desaparecieron y, para reproducirlas de forma fidedigna, las restauradoras encargadas de la intervención se han documentado con fotografías de diferentes épocas del siglo pasado.
Esta restauración parcial, que ha tenido un coste de 5.263,51 €, es una acción municipal dirigida desde la Dirección de Arquitectura Urbana y Patrimonio, responsable de la conservación y el mantenimiento del arte público de Barcelona.
El Ayuntamiento invierte un total de 1.140.000 de euros al año para mantener los elementos artísticos que encontramos en las calles, plazas y parques de nuestra ciudad en perfecto estado.
Crónica de un Mamut
En el año 1906 se creó la Junta de Ciencias Naturales de Barcelona, un órgano autónomo que proponía los proyectos de las instalaciones científicas del parque de la Ciutadella.
En 1907, este órgano impulsó la reconstrucción en piedra de los grandes animales del pasado, con la intención de complementar las colecciones científicas del parque. Así fue cómo, de acuerdo con una idea de monseñor Norbert Font i Sagué, el canónigo Jaume Almera i Artur Bofill, los tres miembros de la Junta, se reprodujo un mamut a escala natural en diciembre de 1907. Este paquidermo del pasado fue la primera escultura de hormigón armado hecha en Barcelona.
La idea inicial era colocar una serie de 12 animales prehistóricos. Tras la construcción del mamut, el proyecto siguió con la construcción de nuevas maquetas de animales del pasado entre dinosaurios, mamíferos y algún reptil del paleozoico. Dichas maquetas, que actualmente se pueden encontrar en el museo Martorell ubicado también en el parque de la Ciutadella, son testimonio del conocimiento científico que se tenía en aquella época.
La muerte prematura de Norbert Font i Sagué, el impulsor del proyecto, detuvo su continuidad y, finalmente, de esa serie de 12 animales del pasado, sólo se reprodujo el mamut. Se cree que se empezó por él porque se habían encontrado vestigios de que dicha especie vivió cerca de Barcelona, igual que en diferentes lugares de Cataluña, ya que se han localizado restos en Sant Vicenç dels Horts, en Sarrià o en La Garrotxa.