Es la tercera edición de esta ruta, Barceloneta, un barrio de acogida del siglo XVIII hasta hoy, que se organiza desde el proyecto comunitario Barceloneta Diversa para promover el conocimiento intercultural, romper estereotipos y hacer frente a los rumores. El interés ha ido creciendo desde la primera ruta, que se hizo en el 2022, y en la edición de este año se han superado con creces las expectativas de participación.
Recuperando la memoria de la milicia antifascista del barrio
En la primera parada nos adentramos, con María del Pino, historiadora, activista y vecina del barrio, en una historia bien curiosa que nos lleva a los años de la Guerra Civil Española, cuando un joven vecino del barrio, miembro del POUM y miliciano antifascista catalán, Miquel Pedrola, murió asesinado en los primeros meses de la guerra. Su juventud no fue un impedimento porque los vecinos y vecinas reconocieran la valía como activista y, aparte de organizarle un funeral multitudinario, le dedicaron una calle. Pero el franquismo no dejó que quedara huella, y María nos explica la movilización vecinal reciente para recuperar la pintada con su nombre en la calle que le habían dedicado más de ochenta años atrás. Esta recuperación de la memoria histórica de uno de los habitantes del barrio es un símbolo de la necesidad de los barrios de reivindicar las aportaciones de su vecindario a la Historia con mayúsculas.
Biblioteca humana de memorias
Otra parada se hace en la Biblioteca-La Fraternitat, donde se puede visitar una exposición contra todo tipo de discriminaciones, y es entre estos plafones que diversas personas del proyecto Biblioteca Humana, también de Barceloneta Diversa, nos explican la importancia de haber podido compartir sus historias de vidas y migraciones y como han participado en la actividad reciente del entramado vecinal de la Barceloneta. Según Brenda, una de sus protagonistas, “gracias al grupo, hemos podido hacer una cosa difícil: despojarnos de nuestras emociones y sentimientos para explicar nuestras vidas”. Todas estas aportaciones están recogidas en un libro: A cara descubierta. Historias migrantes compartidas en una Barceloneta diversa, que podéis encontrar en la misma biblioteca.
Tejido comerciante y migrando
Naseer Ahmed llegó del Pakistán y el primer lugar donde vivió fue la Barceloneta. Hoy ya no vive, “los pisos son muy pequeños por la medida de nuestra familia”, dice, pero todavía regenta la tienda de móviles que abrió poco después de llegar en la ciudad (Mòbils House). Fue la primera tienda de móviles y accesorios diversos de la Barceloneta, y hoy es un referente para muchas vecinas y vecinos del barrio, cuándo hace falta una reparación o algún complemento telefónico.
El Somorrostro también tiene memoria
La escultura en homenaje a Carmen Amaya es otra de los hitos de la ruta, y María Fernández, de la Asociación Gitana de la Barceloneta, nos explica que un 70% de los habitantes de la zona de la playa del Somorrostro eran de etnia gitana antes de 1966, cuando empezaron a ser “deslocalizados”. Ahora hay muchas menos personas de etnia gitana en la Barceloneta. Sin embargo, ha querido crear una asociación para poder visibilizar y luchar contra el antigitanismo, que, dice, “está muy presente hoy, ya que se sigue hablando de nosotros como colectivos no integrados, excluidos del resto de la sociedad barcelonesa”.
Juventud y comunidad en la Barceloneta
La última parada de la ruta de Barceloneta Diversa, en el Centro Cívico Barceloneta, es para conocer Piel con piel, un proyecto de creación escénica dirigido a adolescentes con la finalidad de prevenir las violencias machistas y racistas, dinamizado por la asociación Calatea. Biel Sánchez, uno de los jóvenes, nos explica que es un espacio donde los y las participantes, todas personas jóvenes del barrio estudiantes del instituto público Joan Salvat Papasseit, se encuentran a gusto para crear una performance o pieza breve de teatro, como ejercicio crítico y transformador.
Y, a modo de clausura, un gran punto final con el espectáculo musical de cumbia y mestizaje, de los imprescindibles de la Barceloneta: Palo Q’Sea.
Cecilia Costa, técnica del Plan Comunitario de la Barceloneta y del proyecto Barceloneta Diversa, nos explica que la ruta es todo un éxito, desde la primera edición, en el 2022, hasta ésta, la tercera. Y eso, dice, mujer mucho de sentido a la tarea comunitaria que se está llevando a cabo para acoger las experiencias migratorias, y para contribuir a visibilizar las aportaciones que todos los grupos vecinales del barrio han ido haciendo a lo largo de su historia.
