Estos días nos encontramos en plena época de nacimiento de las crías de pato, un hecho que ya podemos ver en diferentes parques de la ciudad. Durante este mes, resulta más habitual encontrarse a patos conduciendo a sus crías, sobre todo en aquellas zonas verdes de la ciudad que cuentan con pequeños estanques. Una explosión de vida que es una muestra de la gran biodiversidad de nuestra ciudad y de la calidad de nuestra fauna y flora.
Respetar el espacio de los patos
En todo caso, hay que tener en cuenta que debemos respetar el espacio de estos animales, que no son animales domésticos. Por lo tanto, hay que ser cuidadosos en su presencia, no molestarlos, y dejar que sigan su camino con tranquilidad. Es importante no tocar ni asustar a los patos, y tampoco debemos alimentarlos. Aunque sea con ánimo de ayudar, no debemos perturbar a los patos ni a sus crías, ya que este es el espacio que la madre ha elegido para hacer el nido. Cuando las crías sean autónomas ya se moverán de emplazamiento.
En recibir el aviso de la aparición de un grupo de patos, el Ayuntamiento de Barcelona siempre evalúa el espacio y el estado de los animales, manteniéndolos en el mismo espacio siempre que resulte posible. Debemos ser conscientes de que, aunque la zona nos pueda parecer peligrosa para las crías, trasladarlas les provoca grandes niveles de estrés y, como consecuencia, altos niveles de mortalidad.
Como personas usuarias de los parques, lo que debemos hacer es seguir las recomendaciones y respetar el espacio y el hábitat de los patos. Además, la ciudadanía con perros debe tener especial cuidado y atención ante la aparición de los animales, y evitar que los perros se acerquen a los patos, en especial si van sueltos.