Esta ha sido la declaración pública del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni:
Desde el pasado 7 de octubre, a raíz del ataque terrorista de Hamás, se ha producido una escalada bélica en Gaza e Israel que ya ha provocado miles de víctimas mortales y más de doscientas personas que siguen secuestradas como rehenes. El 62 % de las víctimas son mujeres y niños, según la ONU.
Ante esta tragedia insoportable, no nos resignamos. Queremos y debemos actuar. Es el momento de romper una espiral de guerra que solo genera más destrucción y padecimiento a los más débiles. Es la hora de las ciudades, porque las ciudades son, por definición, espacios de convivencia y entendimiento. Barcelona ha demostrado su capacidad única para encontrar caminos de paz cuando parecían imposibles.
Así lo hicimos con el Distrito 11-Sarajevo. Con el Acuerdo de amistad y cooperación entre Barcelona, Tel Aviv y Gaza. Con el apoyo al acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC. Así lo estamos haciendo con el corredor humanitario con la ciudad de Kiev.
Ahora es el momento de perseverar.
Nuestro deber es mantener viva la esperanza para todos los hombres y mujeres de Gaza e Israel. Barcelona, como capital del Mediterráneo y sede de la Unión por el Mediterráneo, quiere ejercer con más convicción que nunca de puente entre los países, las culturas y las religiones de nuestro mar. Nunca es tarde para un nuevo acuerdo. Nunca es tarde para la paz.
Ahora bien, no somos ingenuos. Sabemos que la paz no puede quedar en una declaración de buenas intenciones.
Por este motivo, y como primer paso, nos sumamos a la petición de un alto el fuego humanitario que permita la apertura de corredores para la ayuda esencial ante la emergencia que vive la población de Gaza. Desde el Ayuntamiento de Barcelona ya hemos enviado una ayuda extraordinaria de 300.000 euros para hacer frente a las necesidades básicas de la población y de los refugiados palestinos que se encuentran en la Franja de Gaza.
Ahora toca ir más allá. La paz empieza por nuestra capacidad de acercar posiciones, cultivar la empatía y buscar soluciones sin violencia. Y Barcelona quiere ser el escenario donde hacerlo posible. Por eso acogemos la sede de las principales redes globales de ciudades, como la red Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), Medcités (red de ciudades costeras mediterráneas), Metrópoli (Asociación Mundial de las Grandes Metrópolis) y la Red de Ciudades Educadoras. También formamos parte del liderazgo de Eurocities y estamos hermanados con más de veinte ciudades de todas las regiones del mundo.
Dentro de unas semanas tenemos una oportunidad única de cristalizar este compromiso. Barcelona acogerá la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Unión por el Mediterráneo en el marco de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea.
Como alcalde, y tal como ha expresado el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ofrezco Barcelona a Israel y Palestina, y a toda la comunidad internacional, para hacer posible que esta cumbre alcance un acuerdo que permita: primero, poner fin al sufrimiento de la población civil, y segundo, establecer la base para un nuevo acuerdo de paz entre las partes enfrentadas.
Es la hora de implicarnos con todo nuestro capital político, social y humano para detener la escalada de violencia y evitar que el conflicto se extienda a otras zonas, con consecuencias imprevisibles.
Barcelona, como ciudad de derechos humanos y paz, asume la responsabilidad de ser un faro que guíe a los demás a buscar un mundo mejor.