El paseo Marítim de la Barceloneta llevará el nombre de Oriol Bohigas

23/03/2022 - 13:41 h

Con la decisión que ha tomado este mes de marzo la Ponencia del Nomenclátor, el órgano que estudia las propuestas de nombres para las calles de la ciudad, el paseo Marítim de la Barceloneta pasa a llamarse paseo Marítim de la Barceloneta - Oriol Bohigas.

De esta manera se rinde tributo a una figura muy relevante para la ciudad: Bohigas, que murió el noviembre pasado, a los 95 años, fue un elemento clave de la Barcelona preolímpica, concejal de Cultura en el Consistorio hasta 1994 y urbanista destacado.

La nueva denominación, por lo tanto, da respuesta a la voluntad de recordar a uno de los principales artífices de la idea de la Barcelona abierta al mar, que permitió transformar la ciudad y que fue esencial en la presentación de Barcelona al mundo durante los Juegos Olímpicos de 1992.

Bohigas, que nació en Barcelona en 1925, se graduó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura en 1951 y obtuvo el título de doctor arquitecto en 1963 —entre muchos otros méritos académicos obtenidos aquí y en el extranjero—, recibió grandes reconocimientos durante su trayectoria. Destacan, por ejemplo, el Premio Ciudad de Barcelona a la proyección internacional en 1999 o la Medalla de Oro al mérito artístico de la ciudad de Barcelona en el 2018. La Generalitat, por su parte, le otorgó la Cruz de Sant Jordi en 1991 y el Premio Nacional de Cultura a la trayectoria profesional y artística en el 2011. En el ámbito estatal, en el 2008 recibió el Premio Nacional de Arquitectura.

En otros ámbitos tuvo también una carrera prolífica. Así, por ejemplo, fue miembro fundador del grupo Edicions 62, presidente de la Fundación Miró o presidente del Ateneo Barcelonés durante ocho años, tiempo durante el cual se llevó a cabo la restauración y mejora del edificio y de la biblioteca.

Obras recientes

Entre las obras más recientes realizadas en Barcelona por su estudio, MBM Arquitectes, se encuentran la estación de metro Liceu, el edificio de oficinas de la editorial RBA, la Vila Olímpica y el Puerto Olímpico de Barcelona —por los que recibieron el premio FAD— o el edificio del Disseny HUB de las Glòries.