Dentro del Plan para la educación y la crianza de la pequeña infancia se refuerza la función de las EBM como equipamientos de referencia para la crianza de la pequeña infancia, abiertas a su entorno y con una mirada comunitaria, y se establece un doble reto:
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Conseguir desarrollar estas iniciativas comunitarias de forma más sistémica, respetando la autonomía y las especificidades de cada guardería y barrio, teniendo en cuenta las características y necesidades de la población de cada territorio, y la colaboración de otros servicios, recursos y equipamientos del barrio, incluyendo la estructura arquitectónica de la escuela y el patio.
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Fomentar oportunidades de encuentro y acompañamiento que abarquen también familias no usuarias del servicio de guardería, de manera que cualquier familia del barrio con un niño pequeño o una niña pequeña conciba la guardería como una “casa de la pequeña infancia” y sepa que tiene un equipamiento de referencia en el que puede encontrar apoyos, orientación y oportunidades para realizar actividades o estar con su niño o niña en compañía de otros.
Se publica el informe “Guarderías comunitarias, casas de la pequeña infancia”: fortaleciendo la vida comunitaria desde las guarderías municipales que define el marco conceptual y la identificación de las líneas estratégicas y los elementos facilitadores para la incorporación de la perspectiva comunitaria en las guarderías.
