¡No alimentes a los patos, los pones en peligro!
Los patos tienen, en el entorno natural de los espacios verdes de Barcelona, alimentos que pueden conseguir por sí solos. Cuando damos de comer a un animal como el pato, lo ponemos en peligro y perjudicamos su salud, ya que pierde el instinto de supervivencia y se altera su comportamiento natural. Al mismo tiempo, se instalan en espacios que no son favorables para su desarrollo.
La presencia de patos azulones en balsas, estanques y lagos de la ciudad de Barcelona es algo usual en los últimos años. Esta especie tiene una amplia distribución y es sumamente oportunista, por lo que ocupa prácticamente cualquier tipo de masa de agua.
Recientemente, se está produciendo un aumento notable de los episodios de nidificación por parte de esta especie acuática y se ha detectado la presencia de personas que, de manera habitual o esporádica, los alimentan. Por este motivo, desde el consistorio se ha puesto en marcha una campaña de sensibilización para informar sobre la importancia de no alimentar a los animales silvestres como los patos.
Cuando damos de comer a un animal como el pato, lo ponemos en peligro y perjudicamos su salud, ya que pierde el instinto de supervivencia y se altera su comportamiento natural. De hecho, en su entorno, los patos ya tienen la oportunidad de alimentarse, sea de plantas o de pequeños crustáceos, por lo que no necesitan comida adicional.
Además, cuando los alimentamos, favorecemos que se establezcan en balsas, lagos y estanques que, en muchos casos, no son adecuados. Es decir, que a las fuentes clásicas con presencia habitual de patos y un registro histórico de procesos reproductivos, se están sumando nuevos emplazamientos hasta ahora no registrados, los cuales han favorecido la colonización y el establecimiento de la especie en algunas ubicaciones que no presentan las características adecuadas para su desarrollo.
Como especie silvestre que son, no hay que molestarlos y se debe minimizar cualquier tipo de intervención, contacto o dependencia.
