La estrella de veinte puntas —cada una de 4 metros de longitud— que se puede ver en la plaza de Sant Jaume desde hace días brilla desde hoy, día 29 de noviembre, hasta el 5 de enero. Esta imponente pieza, hecha de hierro, metacrilato y luces led, ilumina la fachada de los edificios del Ayuntamiento y de la Generalitat, situados a ambos lados de la plaza, como resultado de una colaboración entre ambas instituciones que pretende dar armonía y equilibrio a la decoración navideña de la plaza y que se extiende también a los elementos vegetales de los balcones.
La estrella, una creación artística del arquitecto y artista Xevi Bayona y el creador digital Àlex Posada, se ha bautizado con el nombre de Origen. Se trata de una figura geométrica regular que remite al momento de creación del universo, en que una gran explosión transformó las tinieblas en luz y energía, y simboliza precisamente la armonía. Tiene un diámetro de 9 metros y una anchura de 10,6 metros, y pesa 2,5 toneladas.
Cada día, cuando anochezca, empezará un espectáculo audiovisual inmersivo en torno a la estrella con una banda sonora original propia que se podrá disfrutar abriendo una aplicación web mediante un código QR, que permitirá conectar el teléfono móvil al sonido en directo de la plaza a través de un mapa interactivo, de manera que el espectáculo se podrá escuchar en directo con el móvil y con auriculares, imprescindibles para vivir la experiencia con la máxima calidad.
El espectáculo, que dura cinco minutos, tendrá lugar cada día, de 18.30 a 22.00 horas, en sesiones cada cuarto de hora.
En el otro extremo de la plaza hay un árbol de Navidad de 15 metros, que rinde homenaje a la magia de las estrellas y se ha creado en sintonía con la gran estrella.
El árbol, ofrecido por Mercabarna a la ciudad, ha sido decorado este año por Xavier Lloveras, florista e interiorista de Flors Prats, un comercio de proximidad que funciona desde 1891.
Un pesebre tradicional con aroma de mar
Ya se puede visitar también el pesebre tradicional, elaborado por la Asociación de Pesebristas de Barcelona, que se ha trasladado este año del Museo Marès al Pati dels Carruatges del Ayuntamiento. La instalación lleva hasta el centro de Barcelona el olor del mar, vínculo de las dos grandes fuentes de inspiración de la propuesta: la conmemoración del centenario del poeta Joan Salvat-Papasseit, que trabajó en el Moll de la Fusta y lo evocó en algunos de sus versos, y la Copa América de vela, clausurada hace unas semanas. Se podrá visitar hasta el 5 de enero (aunque estará cerrado el 25 de diciembre y el 1 de enero), de lunes a viernes, de 11.00 a 19.00 horas, y sábados, domingos y festivos, de 11.00 a 20.00 horas.
El pesebre está montado sobre una mesa de aproximadamente 8 metros de ancho por 4 metros de fondo, con una altura de 70 centímetros, e incluye escenas emblemáticas como el nacimiento, la anunciación, el camino de los Reyes y una escena de San Francisco, sin olvidar figuras tradicionales y mundialmente conocidas como el caganer.