La apertura de este nuevo espacio del museo permite promover valores y actitudes relacionados con el cuidado del medio ambiente y dinamizar la cultura a través del trabajo cooperativo e inclusivo.
El objetivo es cultivar especies propias de la Europa medieval y, por este motivo, no incluye las que llegaron de América a Europa y el resto del mundo después de 1492, como las patatas, los tomates, el maíz o las fresas. Además, el huerto:
- Es un laboratorio: se quiere experimentar con técnicas de cultivo de la Europa medieval, tal como se describen en los manuscritos de la época.
- Es un aula: se puede aprender a sembrar, plantar, regar y recolectar y a reconocer las diferentes especies de vegetales y conocer el ciclo de vida de las plantas.
- Es un espacio de protección ambiental: tiene como objetivo promover la cultura ambiental, incrementar el espacio verde de la ciudad de Barcelona y cultivar especies en peligro de extinción o poco cultivadas y, al recuperarlas, ayudar a mantener la biodiversidad.
- Es un proyecto social: quiere ser un espacio inclusivo y accesible y se gestiona en colaboración con el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad.
El huerto medieval
En el año 2017 empezó el proyecto para recuperar el uso original de este espacio con el objetivo de reconstruir un huerto de cuatro parcelas, tal como podía haber sido durante la edad media. Para obtener el máximo conocimiento sobre cómo podía haber sido el huerto medieval, se constituyó un equipo con especialistas de los campos de la historia, la arqueología, la botánica, la arqueobiología, la arquitectura, la museografía, la educación medioambiental y los servicios sociales, que han abordado el proyecto desde diferentes vertientes.
La recuperación del huerto, desde una perspectiva histórica, ha comportado un estudio exhaustivo para determinar las especies que debieron de sembrarse, que se ha basado en la consulta de los documentos medievales custodiados en el archivo del mismo monasterio y los tratados agrícolas de la época donde se recogen las especies y las técnicas de cultivo durante la edad media. El huerto incluye especies autóctonas y locales que actualmente se han dejado de sembrar o están en peligro de extinción. En esta primera fase del proyecto se presentan las dos primeras parcelas:
- La primera parcela tiene 283 metros cuadrados y está dedicada a las verduras. Se han sembrado productos de hoja verde, como espinacas o lechugas.
- La segunda parcela tiene 290 metros cuadrados y está dedicada a la agricultura extensiva, con plantas leguminosas como guisantes, lentejas y garbanzos.
En el huerto se utilizan técnicas agrícolas medievales, que se denominan orgánicas. Este tipo de agricultura es uno de los fundamentos de lo que actualmente se conoce como agricultura ecológica, que se complementa con conocimientos científicos y tecnológicos contemporáneos.
La intervención arqueológica
La intervención arqueológica que se hizo al inicio de las obras permitió documentar cinco fases cronológicas claras de utilización del espacio. Gracias a este estudio, en el subsuelo del huerto pudieron recuperarse los caminos históricos que se remontan al siglo XIV y las instalaciones de riego tradicionales.
A partir de todos estos conocimientos, se ha podido diseñar el espacio y los diferentes elementos museográficos, así como la distribución de las parcelas, de manera que se garantiza la convivencia del espacio verde, la estructura arquitectónica e histórica del monasterio y el espacio musealizado.