Las instalaciones de la futura residencia de personas mayores se organizarán en unidades de convivencia o módulos de entre 18 y 20 personas. De esta manera se pretende crear entornos similares a los de un domicilio particular y así reducir el exceso de estímulos, con espacios más tranquilos y seguros. Al menos el 70 % de los dormitorios del centro serán individuales. El equipamiento también tendrá espacios de atención personalizada, como salas de estimulación de los sentidos, espacios de fisioterapia y otras salas polivalentes.
Por su parte, el centro de día será un espacio independiente con veinte plazas, destinado a la acogida diurna y la asistencia en las actividades de la vida diaria para un grupo de personas mayores que necesitan un hogar adicional sin las funciones de los dormitorios.
Refuerzo de la atención a personas a través de los fondos europeos
Además del proyecto de construcción de la residencia, la Consejería de Derechos Sociales destinará cerca de catorce millones de euros de los fondos europeos hasta el año 2024 a mejorar la protección social. El cumplimiento de este objetivo incluye el refuerzo a la atención de las personas con necesidades sociales, la modernización de la gestión de los servicios sociales a través de la tecnología y el avance en la accesibilidad universal en los servicios públicos.
Uno de los proyectos acordados es el despliegue de setecientos asistentes robóticos virtuales en hogares de la ciudad. El robot ARI se instalará en casas de personas mayores o dependientes que viven solas para, entre otras funciones, detectar con rapidez situaciones de urgencia sobrevenida dentro de la vivienda, ayudar a mantener la pauta adecuada de medicación o recordar fechas de interés.