Entre lo oculto y lo evidente: la OAR abre la reflexión sobre la espiritualidad en la era digital en unas jornadas (Crónica de "Religiones Digitales"

Los días 13 y 14 de febrero el Centro Cívico Pati Llimona fue la sede de las jornadas “Religiones digitales: Transformaciones tecnológicas y espirituales”, que consistieron en dos conferencias de apertura de carácter académico y tres mesas redondas que abordaron las dinámicas religiosas y espirituales en los espacios digitales, sobre todo centrándose en las prácticas y costumbres de la juventud.

Las jornadas las organizó la Oficina de Asuntos Religiosos (OAR) y las comisarió Avi Astor, sociólogo y miembro del grupo de investigación Investigaciones en Sociología de la Religión (ISOR), y el proyecto “Digital Islam across Europe: understanding muslims’ participation in online islamic environments” (DIGITISLAM), en el que Astor es investigador principal del equipo español.

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¿Cómo influye la digitalización en la espiritualidad? ¿Pueden las comunidades religiosas prosperar en línea? ¿Qué retos enfrenta la creencia personal en la era de la información? ¿Qué espacio ocupa la religión en las redes sociales y cómo interactúa en ellas la juventud creyente? Estas y muchas otras preguntas vertebraron gran variedad de reflexiones en las jornadas “Religiones digitales: Transformaciones tecnológicas y espirituales”. Las jornadas empezaron con una breve presentación de la comisionada de Relaciones Ciudadanas y Diversidad Cultural y Religiosa del Ayuntamiento de Barcelona, Sara Belbeida, que se refirió a internet como un “espacio más donde construir comunidades”, y dijo que “la diversidad no se manifiesta solo en las calles, las casas y los barrios, sino también en el espacio digital”.

Seguidamente, tuvo lugar la primera conferencia, impartida por Gary R. Bunt, profesor de estudios islámicos en la Universidad de Wales Trinity Saint David, investigador principal del proyecto “Digital British Islam” y coinvestigador de DIGITISLAM. Bunt se centró en enumerar algunas de las formas que toma la mediación digital del islam, tanto desde las redes sociales como desde herramientas más concretas, como las aplicaciones de plegarias o el chatbot ImamAI, y cómo esta mediación influye en la definición de autoridades. A continuación, Fouad Gehad Marei, investigador del Leibniz-Zentrum Moderner Orient (ZMO) de Berlín, Alemania, presentó en primicia el artículo “God’s Influencers: Social Media Users Shape Religion and Pious Self-Fashioning” (Journal of Religion, Media and Digital Culture, 13(2), 2024). Gehad resumió algunas de las conclusiones del artículo, subrayó el estrecho vínculo entre los espacios en línea y fuera de línea y la apuesta por pensar en la religión desde el cambio y la apertura a los nuevos paradigmas digitales, e invitó a reflexionar sobre la autenticidad en el ámbito de la difusión de la fe en las redes sociales.

La segunda parte de la primera jornada de reflexión consistió en la mesa “Religión digital: un fenómeno multidimensional”, formada por Rosa Martínez Cuadros, investigadora posdoctoral en el Departamento de Antropología de la Universidad de Barcelona, y Antonio de Diego, profesor ayudante doctor del Área de Filosofía de la Universidad de Málaga. Martínez dedicó su intervención a presentar algunos resultados preliminares del proyecto DIGITISLAM en España, entre los que destacó el uso elevado de los espacios digitales que hacen las personas musulmanas (un 45,5 % del total encuestado), que no excluye una dinámica de retroalimentación entre espacios en línea y fuera de línea, sobre todo en términos de autoridad. De Diego, por su parte, extrajo algunas reflexiones de sus investigaciones sobre la cofradía musulmana sufí de la Tijaniyya y sus dinámicas en línea, extrapolables a otras tradiciones, como el cambio epistemológico y ontológico consecuencia de la idiosincrasia del mundo digital que ha afectado a la dimensión esotérica y ha difuminado “el secreto”: “Ya no se distingue qué es Dajah, lo evidente, y qué es Ba’at’in, lo oculto”.

El 14 de febrero tuvieron lugar dos mesas redondas enfocadas en la juventud religiosa y espiritual y sus prácticas digitales. Influencers religiosos: la fe en la era digital” reunió a cuatro voces jóvenes que difunden sus respectivas creencias mediante las redes sociales: Glòria López, de la coordinadora feminista Alcem la Veu, Ishvari Jahnava Devi Dasi, administradora de la cuenta de Instagram de ISKCON Barcelona, Federico Szarfer, cofundador de la plataforma cultural judía Mozaika, desde donde gestiona Jewish Futures, y Hajar Hniti, fundadora y directora de la Academia Khayrukum para la enseñanza de estudios árabes e islámicos. Esta mesa encaró las dos dimensiones de las redes sociales mediante las experiencias de los y las participantes: por un lado, las redes ofrecen espacios que tradicionalmente han sido negados, como decía López sobre la mujer en el cristianismo, y también dan oportunidad a las creencias para darse a conocer. “No puedes amar lo que no conoces, y con las redes abrimos nuestras puertas”, decía Szarfer. Por otra parte, estos espacios también dan voz al odio, pero todos los ponentes defendieron que se puede contestar con tranquilidad: “Lo evitamos, si quieren preguntar, que vengan”, aseguraba Jahnava Devi Dasi. Al fin y al cabo, esta dicotomía forma parte de la idiosincrasia de las redes sociales, que, como decía Hniti, “igual que nos facilitan hacer llegar el mensaje y dialogar, también abren la puerta a personas que expanden una visión totalmente errónea de la religión”.

Las jornadas se cerraron con una mesa que profundizó en las experiencias de la anterior y reflexionó sobre las posibilidades y los riesgos del uso del espacio digital para la práctica y el conocimiento religioso. Titulada “Jóvenes y pluralismo religioso: experiencias y diálogo comunitario en un clic”, participaron Raid Homs, director del primer grupo de Scouts Musulmanes de España; Maria Jerusalén Amador López, miembro de la Iglesia Evangélica de Filadelfia, investigadora, formadora y activista gitana; Alba Martorell, colaboradora de Alcem la Veu, y Artur Carbonell, miembro de la Comunidad Bahá’í de Barcelona. Los y las ponentes coincidieron en la incidencia de la COVID-19 en su uso de las redes, y subrayaron que, a pesar de la importancia de la presencialidad en sus prácticas, se han fijado dinámicas digitales en su día a día: “Habíamos entendido las redes como algo que promueve el individualismo, pero a raíz de la pandemia les dimos la vuelta desde nuestras comunidades”, decía Amador. Así, el espacio digital permite complementar sus costumbres, “enriquecer la experiencia”, como decía Carbonell, y mejorar la visibilidad de las comunidades y tradiciones. Al mismo tiempo, sin embargo, esta visibilidad va ligada a la tendencia a los personalismos y el riesgo de sufrir discriminación.

En conclusión, “Religiones digitales: Transformaciones tecnológicas y espirituales” fueron unas jornadas que tejieron un debate interdisciplinario que subrayó la necesidad de comprender la práctica religiosa como una realidad cambiante, ya entrelazada tecnológicamente en tanto que integra la propia vida y el contexto actual. De ahí que las comunidades ya utilicen las redes “no solo para temas muy prácticos como la búsqueda de información, sino también para el crecimiento personal, para hacer encuentros con diferentes partes del mundo, que eran improbables hace unos años”, como remarcaba Núria Serra, jefa del Departamento de Interculturalidad y Pluralismo Religioso, durante el cierre del acto. Se trata, por tanto, de aprovechar las facilidades técnicas que aporta el medio digital, entendiendo los riesgos ocultos y evidenciando todas las implicaciones que tiene como accesorio de la práctica presencial.

Con motivo de estas jornadas, la OAR presentó los grupos de diálogo interreligioso e interconviccional (GDI), unos espacios de encuentro que tienen el objetivo de reivindicar y visibilizar el pluralismo religioso impulsando conversaciones entre personas de diferentes creencias y convicciones para generar red y cohesión social. Estos grupos ya hace unos años que organizan encuentros, pero recientemente se ha constituido un grupo de diálogo específicamente para mujeres y, en la línea de algunas de las reflexiones de estas jornadas, también se está creando un grupo de jóvenes que pondrá en marcha los encuentros próximamente.