Ramadán es el nombre del noveno mes del calendario lunar islámico y empieza, como todos los otros meses, con la aparición del creciente lunar después de la luna nueva. La visión del creciente es, pues, lo que marca el inicio del mes. Por el hecho de tratarse de un calendario lunar, el inicio de los meses no siempre coincide con el de los meses del calendario solar y, además, cada año el inicio de los meses lunares se adelanta aproximadamente diez días con respecto al calendario solar. Eso explica por qué el mes del Ramadán va rotando por todas las estaciones del año.
Es durante el mes del Ramadán cuando las personas musulmanas cumplen el cuarto pilar del islam, que es el ayuno o abstinencia de toda comida, bebida o relación sexual (sawm) desde el alba hasta la puesta de sol. Las condiciones más relevantes para llevar a cabo este ayuno, prescrito como acto voluntario, son ser musulmán, haber alcanzado la mayoría de edad y encontrarse en buen estado de salud. En caso de viaje, enfermedad u otras complicaciones, la persona queda exenta y se pueden recuperar los días que no se haya hecho ayuno más adelante.
Las personas musulmanas se levantan antes de la salida del sol para hacer el desayuno antes de iniciar el ayuno (suhûr) y hacen la ruptura del ayuno (iftâr) después de la puesta de sol. Como el Corán se empezó a revelar en una noche del Ramadán (laylat al-qadr), los musulmanes y musulmanas lo acostumbran a leer más a menudo durante este mes. Durante el mes del Ramadán, la oración de la noche suele ir seguida de una oración optativa (tarâwih), que tiene lugar en la mezquita, en la cual cada noche se va leyendo una parte del Corán hasta que se completa. Hay que recordar que es precisamente durante el mes del Ramadán que el profeta Muhammad recibió la primera revelación, y es durante este mes que nació el islam.
El mes del ayuno tiene un alto componente eminentemente social y comunitario en nuestra ciudad, que lo convierte en algo más que una práctica individual. Durante el mes del Ramadán prevalece el aspecto relacional y familiar, que adquiere una relevancia destacada: es un periodo de socialización. Es un periodo singular en el cual se puede observar cómo se expresan diversas maneras de entender lo que supone ser musulmán en un contexto no musulmán. Un tiempo en el cual se puede observar cómo las personas recuperan (según cada contexto) las referencias sociales, culturales y religiosas de origen. El Ramadán tiene, pues, una dimensión doctrinal, una dimensión social y convivial y una dimensión relacional.
La comunidad musulmana en Barcelona
En Barcelona conviven numerosas comunidades musulmanas de orígenes culturales diversos, tanto autóctonas como provenientes del Oriente Próximo, el norte de África, el Pakistán, Bangladesh o el África sub-saharaui, entre otros. Se organizan, desde 1970, en torno a centros de culto donde llevan a cabo la práctica y la formación religiosa.
En Barcelona, diversas comunidades musulmanas y otras entidades han organizado encuentros para romper el ayuno y han invitado vecinas y vecinos, amistades y personas colaboradoras para compartir este momento especial con la ciudadanía de Barcelona. Algunos de los iftârs populares y actividades de apertura en el barrio que este año se celebran en Sants-Montjuïc son las siguientes:
- Iftâr en Pueblo Seco, el jueves 30 de marzo, de las 18.00 a las 00.00 horas, en la calle Concòrdia 33-35. Lo organiza: Coordinadora de Entidades de Pueblo Seco.
- ftâr en la Bordeta, el martes 18 de abril, en torno a la puesta de sol, a la altura del número 90 de la rambla de Badal. Lo organiza: mezquita Rahma – Centro Cultural Islámico de Sants.
¿Qué es el Îd al-fitr?
Al día siguiente del último del Ramadán se celebra la fiesta de la ruptura (Îd al-fitr). Es la fiesta que marca el final del ayuno del Ramadán, y se celebra el primer día del mes de shawâl. Es un día de gran alegría, la comunidad se reúne a primera hora de la mañana para hacer una pequeña plegaria comunitaria y seguidamente dedican el día a visitar familiares, amigos y amigas y personas necesitadas o que estén solas. ¡La felicitación que se hace entre las personas musulmanas con motivo de la fiesta es ‘îd mubârak! Antes de la plegaria de la fiesta, el cabeza de familia tiene que entregar una limosna (zakât al-fitr) equivalente a una comida para cada miembro de la unidad familiar. Durante tres días consecutivos, las musulmanas y los musulmanes celebran el final del ayuno, reforzando sus vínculos con la comunidad. Junto con la fiesta del sacrificio (Îd al-adhâ), es una de las dos fiestas del calendario islámico. Las dos fiestas tienen una duración de tres días.
Algunas comunidades musulmanas de la ciudad celebran el Îd al-fitr en equipamientos o en la vía pública, ya que los oratorios y lugares habituales de encuentro quedan pequeños a causa de la gran afluencia de fieles, muy superior a la de los días normales.
Podéis ver el vídeo sobre el Ramadán en Barcelona registrado el verano del 2019, donde cinco protagonistas nos hablan de este mes tan especial para las musulmanas y musulmanes de todo el mundo. También se pueden observar momentos concretos de este mes lleno de reflexión y celebraciones que tienen lugar en nuestra ciudad: el tarâwih de la Comunidad Islámica de Nou Barris, el Îd al-fitr del Centro Cultural Islámico Catalán, el Îd al-fitr del Centro Islámico Camino de la Paz (Minhaj ul-Qur’ân) y el iftâr popular de la Trinidad Vieja (organizado por la Mezquita La Paz y la Asociación de Musulmanes Africanos de Barcelona).