El mobiliario urbano de los jardines de las Tres Xemeneies se había ido degradando por el uso intensivo y los destrozos provocados por actos vandálicos. A fin de volver a dignificar el espacio ha habido que reponer todos los bancos rotos o desaparecidos. También se han renovado las mesas de pícnic, sustituyéndolas por unas nuevas y mejor adaptadas al espacio que ocupan. En todo este espacio, se ha quirado el pavimento de caucho que se había roto y encogido. Y se ha retirado el tobogán que quedaba fuera del área de juegos.
Para ordenar los grafitis, se ha mejorado la señalización de los muros habilitados para pintar y los dinamizadores de la asociación Rebobinart informan a los jóvenes artistas urbanos de las superficies de que pueden utilizar y las que no. Para acabar con las pintadas que ensucian todo el resto del espacio, se ha intensificado la limpieza y pintura de las paredes no habilitadas para el grafito.
Con estas actuaciones y la acción coordinada de la Guardia Urbana y de los servicios de limpieza, Pueblo Seco recupera un espacio urbanizado hace 25 años con bancos, muros, árboles (chopos y tipuanas), áreas de juegos infantiles, pistas de petanca y mesas de ping-pong. Las tres grandes chimeneas de ladrillo que se conservan, junto con la antigua maquinaria repartida por los jardines y convertida en piezas de arte público, recuerda que allí estuvo la principal empresa de producción de electricidad de Barcelona, conocida con el nombre de La Canadiense.