La evaluación que ha llevado a cabo la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) sobre la efectividad de la medida “Camino escolar, espacio amigo” señala que tanto las colisiones como el número de personas heridas se redujeron significativamente en los entornos de los centros escolares donde se aplicaba la intervención.
Los caminos escolares empezaron a implementarse en la ciudad en el año 1999, y actualmente se integran en el proyecto “Protegemos las escuelas”, que incluye otras actuaciones de pacificación y protección para transformar los entornos de los centros educativos en espacios seguros y saludables.