Barcelona traslada a ONU Turismo su intención de limitar el crecimiento de visitantes y regular la oferta
El alcalde Jaume Collboni se ha reunido con el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, y el secretario general de ONU Turismo, Zurab Pololikashvili, en el marco de la 121.ª reunión del Consejo Ejecutivo del organismo celebrada en Barcelona.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha trasladado a ONU Turismo la apuesta que ha hecho la ciudad para instaurar políticas públicas que limiten el crecimiento del número de visitantes, y regulen la oferta vinculada al turismo.
En un encuentro previo a la 121.ª reunión del Consejo Ejecutivo de ONU Turismo que este lunes se ha celebrado en Barcelona, el alcalde Collboni ha compartido estas reflexiones con el ministro de Industria y Turismo del Gobierno de España, Jordi Hereu, y con el secretario general de ONU Turismo, Zurab Pololikashvili.
Posteriormente, durante su discurso inaugural, Collboni ha reconocido y recordado la importancia del turismo en Barcelona, por haber contribuido de manera decisiva a la prosperidad y el progreso económico de la ciudad y también a que Barcelona sea reconocida en todo el mundo. No obstante, el alcalde también ha alertado de la necesidad de actuar para que el turismo siga siendo una historia de éxito.
«El crecimiento turístico no puede ser infinito por la simple razón de que el mundo que compartimos tampoco es infinito», ha evidenciado, recordando que según las cifras de ONU Turismo este año el mundo llegará a los 1.500 millones de turistas, unas cifras por encima de las registradas antes de la irrupción de la pandemia.
Centrar los esfuerzos en la gestión
«Es el momento de abrir una nueva etapa, un nuevo paradigma turístico: después de décadas de promoción, ahora tenemos que centrar todos nuestros esfuerzos en su gestión», ha expresado Collboni, haciendo un llamamiento a defender los derechos básicos de vecinos y vecinas y también a preguntarse y debatir con el sector cuál es el volumen turístico que se puede asumir sin que esto afecte al acceso a la vivienda, la convivencia en los barrios o la construcción de un modelo urbano sostenible, social y respetuoso con el medioambiente.
El alcalde ha detallado que el Ayuntamiento de Barcelona contempla cuatro herramientas básicas para evitar las consecuencias negativas de la masificación turística: actuar sobre la oferta, actuar sobre la llegada de los turistas a la ciudad, regular las zonas con más afluencia y la fiscalidad. El consistorio está trabajando en estos cuatro puntos para definir políticas públicas concretas, como demuestra la reciente creación de 16 Espacios de Gran Afluencia (EGA) y la priorización de los tres que hay en los alrededores de la Sagrada Familia, el Park Güell y La Gardunya – Boqueria.
Actuar sobre el sector de las viviendas turísticas
Collboni ha subrayado especialmente un sector sobre el que hay que intervenir: las viviendas turísticas. Sobre este punto ha recordado que en las 25 principales ciudades del Estado el número de este tipo de espacios ha aumentado un 25% durante el último año. «No lo podemos permitir. Tenemos que actuar sobre la oferta», ha defendido, recordando que este compromiso de Barcelona es compartido con Ámsterdam, París y Nueva York. «La decisión de Nueva York de prohibir el alquiler de apartamentos para finalidades turísticas es una decisión valiente que el resto de ciudades tiene que estudiar», ha precisado.
«En Barcelona estamos demostrando que es posible un turismo corresponsable con los retos de la ciudad», ha señalado el alcalde, recordando el Plano Clima Escuela para climatizar con energía verde y gracias a los ingresos del impuesto turístico las escuelas públicas de la ciudad. «Tenemos que apostar por un turismo con retorno social en las ciudades que lo acoge, y así hacer posible que la actividad turística continúe aportando prosperidad», ha concluido.