Turismo

La encuesta de percepción del año 2023 constata que, una vez superada la pandemia de COVID-19 y la recuperación de las cifras turísticas, la ciudadanía tiene una opinión sobre el fenómeno muy similar a la que tenía en el año 2019.

La percepción del turismo que tienen los vecinos y vecinas de Barcelona es bastante similar a la que tenían en el año 2019, coincidiendo con el retorno a las cifras turísticas que había antes de la pandemia de COVID-19. Algunas de las opiniones expresadas en la última edición de la encuesta que elabora anualmente el Departamento de Estudios de Opinión de la Oficina Municipal de Datos avalan la voluntad del Ayuntamiento de profundizar en la gestión de este fenómeno en la ciudad.

El informe “Percepción del turismo en Barcelona 2023” se ha basado en 1.859 encuestas realizadas entre la primavera y el otoño pasados, y apunta a que el turismo sigue siendo visto como la principal fuente de riqueza de la ciudad por un 56,6 % de la población, a mucha distancia de cualquier otro sector, y que el 79,3 % considera que genera oportunidades económicas y de trabajo para la ciudadanía de Barcelona.

La encuesta, que suma ya catorce ediciones, es un buen termómetro para conocer la opinión ciudadana sobre el papel del turismo en la economía y en la ciudad, pero también para saber qué influencia tiene en el entorno más próximo de las personas entrevistadas, diferenciando aquellas que viven en un barrio turístico y las que no, y para captar también la percepción de las personas que trabajan en el sector.

En la edición 2023, aumenta del 66,9 % al 70,9 % el grueso de población que opina que el turismo es beneficioso para la ciudad, pero crece también del 17,3 % al 23 % el que considera que es perjudicial, una opinión que llega hasta el 28,2 % entre quienes apuntan que viven en un barrio turístico. Mientras que el principal beneficio del turismo que se destaca es la aportación económica que representa, quienes lo ven como algo negativo lo hacen por ser un factor que influye en el aumento de los precios y, como primer motivo, por la masificación de algunos espacios. En este sentido, zonas como La Rambla, la Sagrada Família, la plaza de Catalunya, el paseo de Gràcia o el frente marítimo se apuntan como espacios de la ciudad que una parte de las personas encuestadas han dejado de visitar por la presencia de turismo.

“Estas percepciones avalan la apuesta de este gobierno por priorizar la gestión del turismo, con el despliegue de medidas que ordenen la movilidad turística, que desconcentren la oferta de atractivos y mejoren los flujos en el espacio público en las zonas de mayor afluencia”, ha apuntado el teniente de Alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo, Jordi Valls, quien ha remarcado también “el hecho de que la influencia económica del turismo gane protagonismo en la encuesta, ya que es un buen reflejo de la coyuntura de recuperación vivida a escala global durante el año 2023”. Valls ha recordado que “estamos utilizando la política fiscal” para incrementar el retorno de la actividad turística y reducir las externalidades, y estamos “incidiendo en la regulación de los pisos turísticos” que impulsa la Generalitat, lo que “será un instrumento fundamental para proporcionar herramientas de intervención a los ayuntamientos”.  

En la encuesta, el porcentaje de gente que asegura trabajar en el sector turístico en el 2023 ha crecido 4 puntos hasta llegar al 14,2 %, y el 72,9 % lo hace con un contrato indefinido, un dato que ha ido creciendo de manera sostenida desde la reforma laboral. Se reduce del 75,5 % en el 2022 al 59,5 % en el 2023 el porcentaje de quienes aseguran que preferirían cambiar de sector, y los principales motivos que se apuntan para ello son la voluntad de progresar y el interés por otros ámbitos. Entre las preguntas sobre el grado de satisfacción con las condiciones laborales, el principal reto se sitúa en las dificultades de conciliación.

Perfil de visitantes que se quiere potenciar

Ante la pregunta de si se está llegando al límite en la capacidad de recibir turismo, el 61,5 % de la población encuestada considera que sí, frente al 36,4 % que considera que Barcelona debe seguir atrayendo más. Estos porcentajes son muy similares a los del año 2019, cuando se situaban en un 61,3 % y un 35,6 %, respectivamente. Si la pregunta es sobre el perfil del visitante, la población encuestada prefiere a turistas que lleguen a la ciudad por motivos formativos, profesionales o bien deportivos y culturales antes que visitantes de cruceros, que cuentan con más personas detractoras que partidarias. Además, el 21,5 % considera que hay demasiados alojamientos turísticos en la ciudad, y hasta un 20,8 % asegura que convive con alguno de estos alojamientos en su propio edificio.

En el bloque que consulta la opinión de la ciudadanía en relación con la actitud de los turistas, la mayoría sigue creyendo que tienen un buen comportamiento en la ciudad (53,3 %, 1,4 puntos más que un año atrás), frente a un 27 % que tiene una opinión contraria (+1,1 puntos). Además, el 45,5 % afirma haber tratado con el turismo en el último año (una cifra lejos del 60 % que se alcanzó en el 2019) y un 23,5 % asegura haber alojado a alguien en su casa.