Los niños y las niñas son el futuro de la ciudad, pero también el presente como ciudadanos de pleno derecho. Hay que protegerlos de situaciones de vulnerabilidad y exclusión, pero también facilitarles su autonomía, desarrollar sus capacidades, darles voz y escucharlos. Desde Barcelona tenemos que seguir sacando adelante políticas para los niños y las niñas y con ellos y ellas, velando por la igualdad de oportunidades y promoviendo su bienestar físico y emocional.
Barcelona es Ciudad Amiga de la Infancia desde el 2007, un reconocimiento que otorga Unicef por el compromiso de la ciudad con las políticas de infancia y que motiva a seguir trabajando en programas de largo recorrido que ya han demostrado su impacto favorable en la vida de los niños y las niñas de la ciudad, y también a impulsar proyectos innovadores pensados para dar respuesta a las nuevas necesidades que surgen en una ciudad cambiante como Barcelona, como por ejemplo la llegada de menores inmigrantes no acompañados.
Este número de la revista Barcelona Societat nos aporta un primer diagnóstico que nos pone el foco en los efectos de las desigualdades económicas, educativas y de salud en los niños y las niñas. Los menores que crecen en familias pobres tienen una probabilidad mucho más alta de “heredar” esa pobreza en la etapa adulta. La pobreza y la exclusión que sufren los niños y las niñas de hoy condicionan el progreso de nuestra sociedad del futuro.
Desde el ámbito educativo, Barcelona está trabajando para desarrollar estrategias de planificación educativa que eviten la segregación escolar en la ciudad y aseguren la igualdad de oportunidades. También se ha iniciado recientemente la Escuela de Segundas Oportunidades, dirigida a jóvenes en vías de exclusión o excluidos del sistema educativo. Asimismo, se está apostando por el tiempo libre educativo de los niños y las niñas, como un elemento positivo en la igualación de oportunidades sociales y educativas. Barcelona quiere seguir ampliando la oferta de ocio educativo en toda la ciudad, con una atención especial a aquellos barrios donde está muy restringida.
En el terreno de la salud se presentan dos experiencias muy relevantes en la detección e intervención precoz. La primera, dirigida a la atención temprana a niños y niñas de hasta 6 años, considerándola como un derecho universal para todos ellos. Y la segunda, orientada a la detección e intervención precoz de problemas de salud mental de adolescentes y jóvenes de entre 12 y 22 años.
Este monográfico aporta elementos para el debate a través de la reflexión teórica de las políticas de infancia en general y la exposición de algunas políticas concretas impulsadas desde el Gobierno municipal. Invertir en políticas de infancia contribuye a corregir las desigualdades, lo que mejora el bienestar de los niños y las niñas y, en definitiva, del conjunto de la sociedad.
Marga Marí-Klose
Concejala de Infancia, Juventud, Personas Mayores y Diversidad Funcional
Ayuntamiento de Barcelona