L’Esperança

Nassut y Galtones fueron construidos por el profesor del centro Santiago Panero para alegrar y hacer más festivas las celebraciones en la escuela. Representan una pareja de abuelos adorables.

Esperança ha sido construida para conmemorar el 50.º aniversario del centro educativo. Es la anfitriona y el símbolo de la escuela: lleva su nombre y un libro con los escudos, así como los años de fundación y celebración. En su vestuario predomina el color verde, que siempre ha sido el color de identificación del centro.

Implicación pedagógica actual en el centro

Las figuras han servido para hacer más vivenciales los elementos de la cultura popular y tradicional entre las niñas y niños de la escuela. Cuando se inauguraron los cabezudos, se hicieron unas votaciones para elegir los nombres.

Hay la intención de crear una colla gegantera con alumnado de ESO y de enseñanzas posobligatorios (bachillerato y ciclos formativos de grado medio) para ampliar el abanico de actuaciones y, así, salir también a las fiestas del distrito de Sant Andreu y a otros distritos y municipios.

¿Cómo lo viven los maestros?

Los maestros se han implicado en la construcción de los cabezudos utilizando las horas de plástica para trabajar con el alumnado de quinto y sexto. Posteriormente, se ha hecho una rehabilitación completa en el 2015, a causa de los desperfectos de uso. La llevaron a cabo Montserrat Nogués, maestra de la escuela, y el mismo Santiago Panero.

¿Cómo lo viven los niños?

El alumnado a lo largo de su escolaridad lo vive de diferentes maneras: las niñas y niños suelen mostrar un gran entusiasmo por la aparición de los cabezudos y la giganta en las celebraciones de la escuela. Los más pequeños los miran de reojo al principio, pero enseguida cogen confianza y se unen a la fiesta. En primaria son un motivo de alegría, fiesta y celebración. Para el alumnado de ESO, llevar las figuras es una forma de participar en la fiesta y hacer que sus compañeros más pequeños puedan disfrutar.