La celebración tiene lugar el décimo día del último mes del calendario islámico, coincidiendo con el hajj, el peregrinaje de las personas musulmanas a la ciudad de la Meca, en Arabia Saudí. Recuerda el sacrificio de un cordero por parte de Abraham después de que Dios observara su fidelidad al estar dispuesto a sacrificar a su hijo, tal y como recoge el Corán.
La celebración empieza con la plegaria matinal, que normalmente en Barcelona tiene lugar mayoritariamente en los oratorios propios de las comunidades, pero, como otras veces, también en algunos equipamientos, resultado de la colaboración con la Oficina de Asuntos Religiosos, los responsables de las comunidades islámicas y los responsables municipales de los territorios. Todo se desarrolla en un ambiente festivo y de fraternidad. Seguidamente, las familias musulmanas van a buscar los corderos que han encargado a las carnicerías (en Cataluña se deben haber sacrificado en el matadero), la carne de los cuales se reparte tradicionalmente en tres partes iguales: una para las personas más desfavorecidas, otra para la amistades y la tercera para la propia familia. El sacrificio del cordero no es obligatorio, es una costumbre profética (sunna).
¡Eid mubârak para todas las barcelonesas y los barceloneses que, como en todo el mundo, esta semana celebran la eid al-adha!