Los trabajos consisten en montar un muro de gaviones (jaulas de tela metálica llenas de guijarros de río) por encima de la calle de los Jocs del 92, para proteger esta misma calle y sobre todo la Escuela Can Clos y todo el barrio de cualquier desprendimiento en la parte más alta de la montaña, tal como reclamaba el vecindario. Al mismo tiempo, en la parte más baja del talud, limitando con el edificio de la escuela, se crea un muro de escollera. En el talud se abren también nuevos bajantes de agua, y se hace un bordillo nuevo para aminorar la velocidad del agua de escorrentía y reducir así la erosión.
Las obras de construcción del muro de gaviones afectan solo a una parte de la ancha acera del lado del Besòs (Montjuïc) de la calle de los Jocs del 92. Pero durante dos o tres días sí se ocupará puntualmente el carril de aparcamiento anexo para abrir una nueva reja de captación de agua y conectarla al pozo de alcantarillado. Después, en una segunda fase, también se abrirán rejas de captación en el lado del Llobregat (la Marina) de la calle de los Jocs del 92. Por tanto, algunos días en esta calle quedará solo un carril de circulación, que se destinará al paso alternativo de uno y otro sentido, con la regulación de operarios señalistas. Estos días tampoco se podrá aparcar en este tramo de la calle de los Jocs del 92.
En la calle de la Pedrera del Mussol, la que entra al barrio de Can Clos, también se construyen rejas de captación conectadas al alcantarillado, pero transversales a la calzada. Durante dos o tres días solo habrá un carril de circulación, que se destinará al paso alternativo de uno y otro sentido, con la regulación mediante semáforos provisionales de obra. Los días que haya actos multitudinarios en la Anilla Olímpica y el parque de Montjuïc no se realizarán obras que afecten la circulación de vehículos.
Estas obras están incluidas en el Plan de estabilización de taludes en Montjuïc y en el conjunto de la ciudad de Barcelona. Este plan surge de la necesidad de dar respuesta a los deslizamientos y desprendimientos provocados en los últimos años por varios episodios extraordinarios de lluvias y después del temporal Gloria, del 2018. El objetivo es que los taludes sean más firmes una vez pase el actual episodio de sequía y las lluvias vuelvan, previsiblemente, de nuevo en forma de tormentas fuertes.