El ocio y la diversión forman parte de la dinámica de la ciudad y, en especial, de sus barrios, un aspecto esencial de su cultura popular. La fiesta se convierte en un socializador potencial cuando está vinculada al espacio público, como muestran las fotografías de fiestas mayores y otras celebraciones populares. Si bien el apartado sobre fotografía amateur muestra que la calle se convierte en uno de los grandes temas de los fotógrafos y fotógrafas, este espacio se centra en su versión más lúdica y festiva: una mirada en que la ciudad se transforma en un gran salón urbano al aire libre, una sala de baile improvisada, una feria de atracciones o, incluso, un gran campo de deportes. Es una temática que forma parte esencial del imaginario urbano y que ha enriquecido considerablemente los fondos fotográficos de los archivos municipales de los distritos de Barcelona.

Este ámbito está formado por un conjunto de fotografías que muestran una ciudad divertida, entendiendo la diversión como herramienta de transgresión de lo cotidiano, de la norma, y como reivindicación de un tiempo libre más allá del trabajo. La ciudad se convierte en espacio de ocio y de diversión en la calle y también evoluciona hacia entornos privados y temáticos como el Parque de Atracciones del Tibidabo. Todo ello constituye un itinerario visual de una ciudad extrovertida.