Más atención emocional en los centros educativos de la ciudad
Mar, 20/04/2021 - 14:14
A partir del próximo curso, un total de 81 escuelas de la ciudad dispondrán de profesionales especializados en el acompañamiento emocional a niños y jóvenes. Estos nuevos perfiles permitirán a los centros detectar y abordar de manera preventiva casos de malestar emocional y problemas de salud mental.
En el marco del Plan de barrios, en el periodo 2016-2020 ya se introdujo la figura de los educadores y las educadoras emocionales en 27 escuelas adscritas. De acuerdo con los buenos resultados obtenidos en la evaluación de esta primera experiencia, a partir del curso 2021-2022 se triplicará el número de escuelas que dispondrán de estos nuevos perfiles profesionales. De los 81 centros que dispondrán de educadores emocionales, 66 están en los barrios priorizados por el programa del Plan de barrios y el resto se encuentran en zonas con un alto nivel de vulnerabilidad socioeconómica.
Los educadores emocionales prestan una atención directa al alumnado y participan en las actividades en las aulas para poder detectar situaciones de dificultad en el desarrollo de los menores y ofrecer el acompañamiento necesario. También asesoran a los equipos docentes sobre las dificultades relacionales y conductuales que pueden surgir en las aulas.
El refuerzo en la prevención de problemas de salud mental en el ámbito educativo es uno de los objetivos del Plan de salud mental de Barcelona 2016-2022, y adquiere más relevancia por el impacto emocional de la pandemia de la COVID-19 en niños y jóvenes. El despliegue de los profesionales especializados en diferentes escuelas de la ciudad se hará de manera coordinada con el Plan de barrios y el Consorcio de Educación de Barcelona (CEB).
Cabàs Emocional y puntos Konsulta’m en los centros educativos
El Ayuntamiento de Barcelona trabaja conjuntamente con el CEB para impulsar otras medidas relacionadas con la salud mental, como la puesta en marcha de actividades virtuales dirigidas al alumnado, familias y docentes a través de la herramienta Cabàs Emocional o el establecimiento de un punto de apoyo psicológico Konsulta’m de referencia para cada centro educativo.