Dicen, y es cierto, que en Barcelona, como en Roma, hay siete colinas. Estos pequeños promontorios que se elevan en el llano de Barcelona son los de Modolell, Monterols, Putxet, Coll, Carmel, Rovira y Peira.

De estas siete colinas, seis se levantan en un paraje natural, como es el caso del Turó de la Peira, de 138 metros de altura, que está dentro del parque del mismo nombre. Esta colina, que antiguamente se encontraba en la finca de Can Peguera, propiedad de la marquesa de Castellbell, descendiente de los Amat, se empezó a descuartizar en 1928, cuando se vendieron 10,47 hectáreas para la construcción del polígono de Casas Baratas de Ramon Albó, conocido popularmente como las Casas Baratas de Horta. Un conjunto de viviendas de 534 casas unifamiliares que se construyeron en una de las vertientes del Turó de la Peira para realojar a una parte de las familias de obreros que habían venido a Barcelona para trabajar, sobre todo, en las obras relacionadas con la Exposición Universal de 1929.

Otra de las construcciones en esta vertiente, y más cerca de la cima, fue el grupo escolar Giner de los Ríos, inaugurado por el alcalde, doctor Aiguader, el 28 de febrero de 1932. En 1936, poco antes de la guerra, el Ayuntamiento de Barcelona convirtió en parque urbano la parte alta de la colina, donde está el mirador y la cruz de hierro.

Treinta años después, la colina empezaba a perder una parte importante del bosque en las otras vertientes, por la rápida construcción de viviendas, que acabaron casi rodeando la cima. Esta colina pertenecía a Horta hasta hace pocos años, porque fue adscrita a Nou Barris.

Autor: J. M. Contel

Pie de foto: Imagen del grupo escolar Giner de los Ríos, en el Turó de la Peira en 1932. (Fotografía: facilitada por Dora Serra)