La avenida Diagonal es una de las vías más importantes de Barcelona. Todo el mundo, viva en el barrio que viva, ha pasado más de una vez por ella. Tiene 11 kilómetros de longitud y en la banda de Zona Universitària llega a tener 92 metros de ancho.

Atraviesa toda la ciudad en forma de sesgo —de ahí le viene el nombre— y, de hecho, la divide en dos partes. Cerdà la concibió como una vía para unir de manera rápida núcleos de población que entonces estaban bastante alejados, como Sarrià, Gràcia, el Clot y el Poblenou. Hay que recordar que cuando Cerdà proyectó el Eixample barcelonés, poblaciones del llano de Barcelona como Gràcia, Sants, Les Corts, Sant Gervasi, Sarrià, Horta, Sant Andreu de Palomar y Sant Martí de Provençals eran todavía municipios independientes.

De hecho, la Diagonal empieza a ser una realidad fuera de Barcelona, en la Vila de Gràcia, cuando esta población todavía era independiente. Fue el tramo entre el paseo de Gràcia y Pau Claris, bautizado inicialmente con el nombre de Argüelles. El crecimiento de la Diagonal fue muy lento, porque, de hecho, no se acabó hasta a principios del actual siglo XXI, cuando se abrió y se urbanizó la parte más próxima al mar, gracias al impulso urbanístico del Fòrum 2004.

La tipología de la Diagonal es muy diferente según el sector de la ciudad por donde pasa. Hay tramos muy comerciales, otros con edificios emblemáticos, los hay que invitan al paseo y otros que están mucho más dedicados al tráfico de vehículos y no a los peatones.

Autor: J. M. Contel

Pie de foto: La calle de Argüelles (Diagonal) con el cruce del paseo de Gràcia. (Fotografía: Maruja Redondo)