Una de las tradiciones más populares dentro del ciclo navideño son las representaciones de Els pastorets. Se realizan por toda Cataluña, por parte de compañías tanto de teatro profesional como de aficionados.

En el Centro Parroquial de Horta, los Lluïsos, fundado en 1886, Els pastorets se han representado en diferentes etapas durante muchos años, tanto en castellano como en catalán y, como en otras entidades, también se han ido alternando, entre otros, con Els pastorets de Josep M. Folch i Torres y L’estel de Natzaret, de Ramon Pàmies. Dos de los parones más significativos fueron los periodos de 1936 a 1950 y de los años sesenta a los noventa. El primer periodo de parón fue a causa de la destrucción de la sala del teatro durante la Guerra Civil, local que fue reconstruido por los propios asociados durante la Posguerra.

Reanudada de nuevo la representación de Els pastorets hace unos quince años, sus impulsores, Daniel Comas y Teresa Campmany, decidieron dar un giro a la obra con una nueva dinámica pensada sobre todo para los críos. Crearon unos nuevos pastorets a los que llamaron Dimonis i pastorets (demonios y pastorcillos), una mezcla de los de Folch i Torres con canciones de l’Estel y fragmentos de otros de Pitarra. Además, algo añadieron de cosecha propia. El resultado fue el cambio de los personajes de Lluquet i Rovelló por dos pastorcillas, Belluguet y Vielo, y la incorporación de niños y niñas de entre 2 y 13 años como furias. También reforzaron el cuerpo de demonios, con Botero, que sale en una bicicleta, o Satanás, los siete pecados capitales, furias grandes y furias pequeñas, la diablesa Aramis e, incluso, una bruja. Así hasta completar un reparto de más de cien personas.

Autor: J. M. Contel

Fotografía: Representación de los Dimonis i pastorets en 2004 en el teatro de los Lluïsos d’Horta. (Cedida por Teresa Campmany)