Horta - Guinardó

Vida, èxits i anhels d'una superestrella de Barcelona

Laura Gavaldà Mestre

Coeditado por: Comanegra

Néstor Almendros fue la primera gran estrella de Hollywood nacida en Barcelona. Entre finales de los años setenta y los noventa, cualquier aprendiz de cinematografía de España tenía a Almendros en el pedestal de los grandes maestros. 

Oscarizado junto con Terrence Malick y director de fotografía de cabecera de François Truffaut, Eric Rohmer y Robert Benton, su dominio de la luz hizo brillar mejor que nunca a Meryl Streep, Dustin Hoffman, Richard Gere y Catherine Deneuve, entre muchos otros. Pero Néstor Almendros vivió siempre con una herida abierta: el hecho de no poder regresar a Barcelona y trabajar allí con el mismo reconocimiento que tenía en Estados Unidos y Francia, sobre todo. Primero, la represión y después, el olvido. Aun así, la vinculación del cineasta con su ciudad y su país nunca decayeron —«Mi rosebud es la lengua catalana», decía—, y la huella que dejó en las generaciones futuras, por poco que nos fijemos, todavía se nota.