En Barcelona apostamos por el urbanismo táctico desde hace años porque:
- Es ideal cuando hay que hacer cambios con rapidez o no se dispone de la financiación necesaria.
- Permite ver los usos alternativos de un espacio.
- Permite innovar y comprobar si se ajusta a las necesidades de la ciudadanía.
El proyecto definitivo, modificable
Si la transformación llevada a cabo con urbanismo táctico funciona, se hace permanente más adelante, de obra. Si hay que hacer cambios, el proyecto final se ajusta. Así, el proyecto definitivo será óptimo porque el vecindario ya se ha podido hacer suyo el espacio, aprovecharlo y disfrutar de él. Mientras se diseña el proyecto, se ha podido comprobar qué usos le han dado los vecinos y las vecinas, si falta algún elemento (como bancos o mesas) o si hay que redistribuirlos.
¿Dónde se ha aplicado ya el urbanismo táctico?
En la ciudad, el urbanismo táctico ha transformado la vida a las supermanzanas de Sant Antoni y el Poblenou, ha aumentado la seguridad en los entornos de las escuelas y ha ampliado las aceras de la ronda de la Universitat o de la Vía Laietana. Gracias al urbanismo táctico hemos dado respuesta a los retos de la pandemia ganando espacio para pasear, creando nuevas terrazas de bares y restaurantes y ampliando las existentes.
La calle de Pelai estrena un nuevo diseño
La calle de Pelai ganará 1.500 metros cuadrados para los peatones y el tejido comercial. También se reducirá el tráfico, con menos carriles de circulación. El proyecto da respuesta a las demandas del vecindario y los comerciantes e impulsará económicamente el centro.
Esta actuación es la primera que incorpora un nuevo diseño, basado en la característica loseta, con el nombre de la calle, pictogramas explicativos y colores de tonos cálidos y amables.
Toda la información, en el nuevo web barcelona.cat/urbanismetactic.