El Panteón de los Soldados o Panteón de los Repatriados de Ultramar, situado en el Cementerio de Les Corts, ya se puede visitar una vez ha sido rehabilitado en una actuación realizada por Cementerios de Barcelona.
Las obras de mejora y rehabilitación han durado cuatro meses y han tenido un presupuesto de 93.233 euros, provenientes de la aportación económica de Cementerios de Barcelona y del Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET).
En el acto estuvieron presentes, entre otros, Juan Milián, presidente del Distrito; Ferran Pedret, Diputado en el Parlamento; Miquel Trepat, director de Cementerios de Barcelona; Raquel Gil, regidora de Memoria Histórica y David Escudé, regidor del Distrito.
Actuaciones hechas
Entre otras actuaciones se ha recuperado la imagen original del mausoleo mejorando su funcionamiento y durabilidad y se ha eliminado filtraciones de la cubierta. También se han saneado las piedras del montículo central, se ha mejorado la iluminación y la ventilación y se han reformado las puertas, las barandillas y las escaleras del panteón.
En el exterior también se han reparado las piedras y el pavimento de la cubierta y se han reparado las barandillas que rodean la terraza del mausoleo, mientras que en el interior se ha rehabilitado todo el espacio para eliminar patologías que provenían de humedades y filtraciones de agua.
El monumento es de planta cuadrada de unos 10 metros de lado y consta de cuatro departamentos donde se distribuyen los diferentes nichos. Para acceder a los departamentos interiores, se hace a través de dos escaleras que discurren por los laterales y, a través de los dos primeros departamentos, se accede a los dos siguientes. Sobre el monumento, en el centro de este, se levanta una cruz con inscripciones que hacen referencia a las personas repatriadas.
Un mausoleo histórico al cementerio de Les Corts
Se trata de un monumento proyectado por el arquitecto municipal Pere Falqués i Urpí, con un proyecto ejecutivo con fecha del 10 de abril de 1902. El mausoleo se construyó para enterrar a los soldados que lucharon en las guerras coloniales de Cuba y las Filipinas y como consecuencia acabaron muriendo en Barcelona, en el Sanatorio de la Cruz Roja.
Con fecha de 27 de agosto de 1897 se aprobó por la Alta Junta de Cementerios el proyecto de construcción de un monumento para albergar los restos de los soldados repatriados de Ultramar, que en aquel momento estaban enterrados de forma provisional. El 10 de abril de 1902 se firma el proyecto llamado “Proyecto de Cripta enterramiento de los Repatriados de Ultramar” y, en el mismo documento, consta la aprobación del proyecto por parte del Ayuntamiento con fecha de 22 de abril de 1902.
Tal como consta en los documentos originales, se exhumaron y trasladaron a la cripta un total de 725 cuerpos, que fueron enterrados en los nichos de los cuatro departamentos, con una capacidad de 148, 148, 216 y 220, respectivamente para los departamentos Y, II, III y IV. Finalmente, el día 4 de octubre de 1904 se hizo la ceremonia de inauguración.
Una iniciativa sin precedentes en todo el Estado, que tenía el origen unos años antes. Unos meses antes de la agregación de Les Corts a Barcelona, en abril de 1897, la Cruz Roja española había conseguido de la alcaldía del antiguo municipio independiente un solar en el cementerio donde pudieran ser enterrados los restos mortales de los soldados repatriados que habían traspasado como consecuencia de la guerra.
De la mano del Ayuntamiento de Barcelona, el proyecto tomó un voladizo insospechado hasta devenir un mausoleo monumental donde, desde entonces, se tributa memoria y homenaje a las víctimas de una guerra colonial que afectó, especialmente, a los hijos de familias humildes. En aquellos momentos, el sistema de reclutamiento vigente permitía a los miembros de familias acomodadas redimir el servicio militar obligatorio mediante el pago de una cantidad económica; pero la gran mayoría de jóvenes eran llamados a filas. El autor del panteón, el arquitecto municipal Pere Falqués, quiso que todos los nichos estuvieran perfectamente numerados e identificados con la identidad de los repatriados.
La rehabilitación del museo se suma a la publicación de libro “Panteón de los soldados de ultramar de 1898 del Cementerio de Les Corts al redescubierto”, del historiador Daniel Venteo y editado ahora hace unos meses por el Distrito de Les Corts. La obra recoge la investigación histórica de Venteo sobre este espacio del Cementerio de Les Corts. Igualmente, entre el 7 de marzo y el 30 de abril de 2023, la Sede del Distrito de Les Corts también acogió una exposición que recreaba este Panteón, dedicado a los soldados que habían luchado en las guerras coloniales de Cuba y Filipinas. Además, la visita a este panteón forma parte de la Ruta Campus Sur, impulsada por el Distrito de Les Corts para redescubrir el territorio de una manera singular.