El programa se implantó en Cataluña en el curso 1998-99, impartiendo talleres de diferentes especialidades artísticas, con el objetivo de hacer llegar los lenguajes artísticos, no solo la música, a todos los ciudadanos, basándose en cuatro principios básicos: 

  • El arte iguala a todos los individuos (el idioma no es un obstáculo). 
  • La práctica de los lenguajes artísticos es un instrumento pedagógico que facilita la integración social de los niños y niñas más desfavorecidos. 
  • La realidad intercultural de nuestra sociedad supone una gran riqueza que no siempre se sabe aprovechar. La aplicación del programa MUS-E con los niños y adolescentes facilita la lucha contra el racismo y fomenta la tolerancia. También es una manera de conocer la multiculturalidad y, en consecuencia, de aprender a respetarla. 
  • La sensibilidad artística y la creatividad son capacidades que ayudan a la madurez integral y global de los niños. 

Con respecto a la concreción en el barrio del Besòs i el Maresme, y puesto que se trata de una zona educativa donde viven mayoritariamente familias de etnia gitana y un flujo muy importante de inmigrantes de todo el mundo, con las dificultades que comporta para su adaptación e integración, encontramos interesante que, desde el arte y con unas metodologías concretas, haya un trabajo de diálogo y de punto de encuentro de diferentes culturas desde el respeto a la diversidad, ayudando a la prevención de la violencia, al favorecimiento de la convivencia escolar, fomentando la tolerancia, el respeto hacia las otras culturas y la diversidad.