El pasado inmediato
Este crecimiento industrial se produjo de forma paralela a un desarrollo urbanístico que comportó el nacimiento de nuevos barrios. En los años cincuenta del siglo XX, se llevaron a cabo grandes actuaciones de iniciativa pública, como los barrios de Can Clos y el Polvorí y, en los sesenta, el grupo de viviendas de la Vinya. En el mismo periodo se llevó a cabo el gran proyecto, fruto de la iniciativa privada y de la imposición legal, del grupo de viviendas para trabajadores de SEAT, y en los sesenta se levantó el barrio de Foment, también de iniciativa privada. En la década siguiente dejaron de llevarse a cabo las grandes actuaciones inmobiliarias, que fueron sustituidas por pequeñas promociones privadas, localizadas fundamentalmente en el paseo de la Zona Franca.
Pero en los años ochenta, algunas empresas medianas empezaron a trasladar sus centros de producción a las zonas industriales del área metropolitana y, así, parte de la pequeña industria empezó a cerrar. El proceso continuó hasta que afectó, también, a las grandes empresas. Industrias potentes como Pegaso y Motor Ibérica redujeron sus plantillas y la producción. Pero el caso más preocupante fue el de SEAT, que redujo su actividad industrial de la factoría de la Zona Franca y subarrendó parte de sus terrenos.
La crisis industrial se reflejó, también, en el contexto social, por la pérdida de población. A este fenómeno demográfico se debe añadir los problemas de edificación que fueron surgiendo en los diversos barrios. Así, en Can Clos y en las Cases Barates se derribaron las viviendas, por el mal estado que presentaban, para edificar, en su lugar, nuevos bloques. En las viviendas de la SEAT y del barrio del Polvorí surgieron problemas de aluminosis y, finalmente, otros sufrieron el paso de los años, como en el caso de Plus Ultra y Port, en los que se tuvieron que cerrar casas a causa de su degradación. Por el contrario, y como aspecto positivo, se llevó a cabo una gran labor de construcción de parques y jardines, de los que la zona carecía completamente.
Los barrios
Los barrios antiguos
El barrio de Port hace referencia al puerto primitivo que hubo en la zona. Su origen estaría vinculado al levantamiento del castillo de Port y de la capilla próxima, a finales del siglo X, en el que las familias agricultoras, que vivían en pequeñas casas dispersas, poco a poco se fueron concentrando.
A finales del siglo XIX, el barrio empezó a consolidarse en torno a la capilla de la Virgen de Port y en la carretera que unía Sants con su marina. Las personas que trabajaban en el campo y en las fábricas constituyeron el núcleo primitivo de este barrio, que ya en 1916 contaba con la colonia industrial de Port, que acogía a niños y personas mayores. En los años veinte, como consecuencia de la industrialización del sector, surgieron dos nuevos núcleos habitados a lo largo de la carretera de Port: Santiveri, cuyo nombre oficial era Barriada Nova de Port, y Plus Ultra. Los tres núcleos, que estaban físicamente separados, mantuvieron su carácter con un elemento común: el carácter activo de los habitantes, que pronto se organizaron en diversas entidades políticas, culturales y deportivas.
Los barrios nuevos
Los barrios empezaron a surgir al final de los años veinte del siglo XX, y son fruto de procesos urbanísticos puntuales que, al ser construidos de una sola vez, les confiere un aspecto formal uniforme.
La barriada de Can Clos se construyó en 1952 para alojar, de forma provisional, a los y las chabolistas de la avenida de la Diagonal, que habían sido desalojados con motivo de la celebración del 35.º Congreso Eucarístico. Se situó en un sector alejado de los otros barrios, lo que provocó su aislamiento. Se edificó en un tiempo récord, pero también con materiales de ínfima calidad, con lo que pronto empezó a presentar problemas. A finales de los setenta se inició la remodelación del barrio con la construcción de nuevos bloques y el derribo de los antiguos. Hoy, las nuevas viviendas ya están construidas y solo falta acabar la urbanización interior, ya que queda un bloque por derribar.
El barrio del Polvorí se levantó en media vertiente de Montjuïc y, como el resto de los nuevos barrios, su característica principal fue el aislamiento. La construcción la patrocinó el Instituto Nacional de la Vivienda para alojar a chabolistas y familias de policías. Los primeros bloques se ocuparon en 1953, pero, debido a la calidad de los materiales empleados para su construcción, tampoco resistieron el paso del tiempo y pronto empezaron a degradarse. Este efecto tuvo su máximo exponente en la detección de aluminosis en las viviendas, por lo que a mediados de los años noventa se aprobó un plan de reforma interior que ha originado un nuevo barrio.
La instalación que originó un nuevo barrio: Sant Cristòfol
La instalación de la factoría SEAT implicó la edificación del barrio de Las Viviendas de la SEAT. Empezado en 1953, constaba de 1.062 viviendas que el general Franco inauguró el 5 de octubre de 1955. Es el primer barrio que se construyó con una urbanización acabada y dotada de servicios, concebido como una unidad autosuficiente, por lo que sus habitantes tuvieron también poca relación con los de los barrios vecinos. Parte de los edificios sufrieron aluminosis, por lo que se derribaron los bloques afectados y se construyeron edificios nuevos.
En los últimos treinta años, por medio de algunas iniciativas inmobiliarias, se ha completado la urbanización de la zona. El barrio de Foment lo constituyen cuatrocientas viviendas levantadas entre 1960 y 1961 por iniciativa del Fomento Inmobiliario de España, SA, en unos terrenos calificados urbanísticamente como zona verde. Se edificaron los bloques de viviendas, pero no se llevó a cabo ningún tipo de urbanización, ni siquiera se pavimentó la única calle de acceso. Posteriormente, se hizo otra promoción conocida como Ciudad Amarilla por el color de las fachadas. Entre 1970 y 1972, a través de una última promoción, se levantaron los pisos situados al otro lado de la calle del Segura, en un solar calificado también como zona verde. Este barrio, igual que la mayoría de los de la zona, se construyó con materiales de baja calidad y en una zona sin planeamiento urbanístico.
En los años sesenta del siglo pasado, llegó al barrio la Philips, todo un referente en Port, hasta que se cerró en el 2005. Actualmente, esta antigua fábrica se ha convertido en una zona de equipamientos.
En los últimos años, la instalación de la Fira de Barcelona 2 ha supuesto un nuevo impulso a los barrios de la Marina, y se está construyendo la deseada línea 9 del metro.
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