El robot social ARI (Asistente Robótico Inteligente) es un proyecto que surgió ahora hace dos años en el marco de la alianza 5 G Barcelona y la convocatoria del reto ‘Como mejorar la calidad de vida de las personas mayores mediante la tecnología’, lanzada por la fundación Mobile World Capital Barcelona (MWCapital).
A pesar de la irrupción de la Covid-19, que provocó el retraso en el despliegue de la prueba piloto, actualmente el robot ya ha estado funcionando dos meses en tres viviendas diferentes y durante las próximas semanas se instalará en una decena de hogares más. El objetivo es comprobar en un entorno real hasta qué punto el robot facilita el cuidado de las personas mayores, como las ayuda a mantener la pauta adecuada de medicación o a recordarles fechas de interés como puede ser una visita médica, por ejemplo.
La barcelonesa Margarita Fernández, que tiene 83 años, hace dos meses que convive con uno. Su compañero de piso se llama Misty. Margarita le pregunta qué tiempo hará, pero también otras cosas: “Me decía ‘Hola Margarita’,‘Cómo has dormido esta noche’?‘Qué has hecho el fin de semana, qué piensas hacer?’, o me preguntaba si ya me había tomado las medicinas”.
La previsión del Ayuntamiento de Barcelona es que, una vez finalizada esta primera prueba piloto y en el marco de la nueva Medida de gobierno de innovación social, el proyecto se extienda a 50 viviendas más.
Hay que recordar que en la ciudad de Barcelona viven aproximadamente unas 350.000 personas de más de 65 años, 90.000 de las cuales viven solas, aunque la previsión es que estas cifras sigan aumentando progresivamente durante los próximos años. Los diferentes estudios hechos hasta ahora constatan que el 90% de estas personas mayores quieren quedarse en su casa el máximo de tiempo posible y no ir a una residencia o a casa de sus familiares y, por lo tanto, artilugios como el robot social ARI puede facilitar esta tarea, coordinándose con servicios específicos que ya existen como el Servicio de Ayuda a domicilio (SAD) o el Servicio de Teleasistencia Municipal, entre otros.
EL ARI es uno de los 40 proyectos a desplegar durante los próximos tres años incluidos en la nueva Medida de gobierno de innovación social: Transformando la realidad para mejorar el bienestar de los vecinos y vecinas de Barcelona. Con una dotación de 13,5 millones de euros, se pretende utilizar la tecnología y la innovación para dar una respuesta lo más amplia posible a la ciudadanía en el contexto de crisis sanitaria, económica y social provocada por la Covid-19.